Me interesa mucho la economía y la política, pero aún más el mundo espiritual. En esa aparente contradicción que yo entiendo como postura de “equilibrio” he conocido una parte del pensamiento de este economista sevillano que nació en 1958 y que siendo experto internacional en Desarrollo Local por Naciones Unidas y Técnico de la Administración General del Estado desarrolla una labor muy interesante en el campo de la espiritualidad.
Hoy deseo transmitir algunas de sus palabras en dicha conferencia. Sin embargo, en otro momento, compartiremos con él sus enseñanzas sobre ‘El Transito’ (Vida más allá de la vida y experiencias cercanas a la muerte). Un hombre sin postizos de sabio, ni santón.
"La actualidad económica (situación económica y propuesta de reforma del artículo 135 de la Constitución Española)".
El capitalismo ha pasado por tres fases: a) el mercantilismo (comercio), b) la industrialización (sistema productivista para obtener y vender muchos productos) y, actualmente, c) el especulativo cortoplacista vinculado a la banca.
El primero generaba la búsqueda del mercado nacional; el segundo, el mercado internacional y corresponde con la fase colonialista. En ambos estados Europa es la protagonista, aunque en la segunda etapa se incorpora Estados Unidos. Eje que en la tercera etapa es sustituido por el eje EE.UU-China-Eje del Pcífico.
Los cambios económicos siempre producen cambios institucionales. El mercantilismo se vincula con instituciones predemocráticas, la industrialización y el ascenso de la burguesía con las instituciones democráticas que son cuestionadas y, en la actualidad, hablaríamos de instituciones posdemocráticas que están muy alejadas del control de los ciudadanos (Ej: BCE, G20, etc). Estas instituciones se mueven en un ámbito opaco que, desde su carácter supranacional, se alejan cada vez más del control de los ciudadanos.
El capitalismo pasó de ser un ratón en el mercantilismo a ser un león en la etapa industrial. Sin embargo, el felino mantiene una estrategia y dosifica la muerte de sus víctimas. Mata para saciar el hambre de ese momento concreto. En la actualidad, el capitalismo se ha convertido en un cocodrilo, engulle todo lo que llega a sus fauces, aunque haya saciado el hambre.
Esta circunstancia ha provocado la crisis de la banca privada que se ha transformado en una crisis de los Estados, de la Hacienda Pública, ya que con la excusa que no puede dejarse hundir a la banca, el Estado ha desviado cantidades masivas a ésta y, así, se han desmantelado los servicios públicos generados por el Estado del Bienestar. Este fenómeno ha sido mundial, si bien la incidencia no ha tenido la misma medida en Reino Unido que en España o en Euskadi que en Andalucía. El sistema ha ido generando ingentes cantidades de paro que conducen a contratos de empleo basura y precarios que rondan los 700/800 euros mensuales.
A finales de 2012, las ratas del capital (políticos controlados por el mundo financiero y avalados por el ciudadano en unas elecciones) se han superado en la forma de distribuir la riqueza. La banca recibe dinero público de todos y ésta se lo “devuelve” al estado a través de la Deuda Pública que el estado va generando. Esta situación cada vez genera más déficit público y, encima, la banca “cierra el grifo” y no presta dinero a las empresas que acaban hundiéndose y generando más desempleo. Estas ratas se incorpararán a los Consejos de Administración de las grandes empresas del Ibex, lo que denominamos puertas giratorias y que desde el sector público tomarán medidas para el beneficio privado. Estas medidas inciden, posteriormente, en dádivas del sector privado.
Las ratas tuvieron una actuación especial cuando por vía urgente introdujeron “siete palabras mágicas” en el Apartado 3 del Artículo 135 de la Constitución.
Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta.
La Ley señalaba que bastaba un 10 por ciento de oposición en el Congreso para que se convocara un referéndum para aprobar dicho texto. Zapatero y Rajoy pactaron, nadie se opuso y el cambio se realizó sin protesta alguna. Después, se convocaron elecciones para elegir entre Malaga y Malagón.
A pesar de los pesares, el cocodrilo no está saciado e incrementando la presión sobre los tipos de interés y la prima de riesgo busca que el Estado desmantele todo el servicio público eliminando lo que produce pérdidas y recogiendo lo que va a producir beneficios: privatización de la sanidad, educación, pensiones privadas, etc. El instrumento está en esos políticos que van a vender las ventajas de la privatización que casi siempre cuestan ingentes recursos públicos.
Este puede ser un buen momento para ver las cosas claras y poner a cada uno en su sitio, aunque puede que el miedo nuble nuestros ojos.
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