lunes, 18 de febrero de 2019

'Medallas en el corazón', José Luis López Amigo


José Luis es un excelente compañero de trabajo. Su aspecto es de un hombre duro y me ha sorprendido el amor, la sensibilidad y la profunda admiración que encierran las páginas de este libro.

El autor señala: “Medallas en el corazón es una novela que surge para homenajear la figura de Gino Bartali, ganador de tres Giros de Italia y dos Tours de Francia. Un deportista acusado de ser 'el ciclista del Duce' por la instrumentalización política que Mussolini realizó de este mítico ciclista. Sin embargo, un diario fue la fuente para descubrir, ya muerto Gino Bartali, que colaboró activamente en la red DELASEUM, que logró que más de ochocientos judíos evitaran los campos de concentración”.

La novela plantea la originalidad de sustituir los capítulos por las etapas. Además, es una novela muy visual, muy cinematográfica. Personalmente, me conduce a películas italianas tan maravillosas como ‘La vida es bella’ o ‘Cinema Paradiso’ que descubren el mejor lado humano que encierran muchos individuos. Frente a la barbarie fascista, la lucha secreta y anónima de muchos seres por salvar vidas y, en el caso, de Gino Bartali, como un auténtico cristiano: “no dejando que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha”.

Hijo de campesinos, abandona pronto la escuela y comienza a trabajar en un taller de bicicletas como aprendiz. Su jefe/su amigo, Casademonti, pronto se da cuenta que ese niño goza de unas cualidades innatas para el ciclismo. Es un diamante en bruto al que hay que pulir. Gino ya no añora el colegio, el destino le ha llevado a descubrir su pasión por la bicicleta.

Comienza a ganar sus primeras carreras y entra en el profesionalismo. En su juventud duda entre elegir la vía del ciclismo o la sacerdotal, pues es un hombre muy religioso que siempre requiere los consejos de Don Franchesco, su confesor y amigo. Ante la duda en la elección de su vida, el cura del pueblo/Ponte a Emma,  le dice: “Tu púlpito es la bicicleta, la Iglesia es la carretera y tus feligreses serán tus seguidores”.

Hay otras dos notas características del realismo mágico. La primera, cuando una niña de once años, la que será su futura esposa, estando en la Iglesia le pone a Gino un anillo de hojalata en el dedo anular y le dice con firmeza. “Te juro ante la Virgen que voy a ser tu esposa”. La segunda, cuando su hermano Giulio muere en la carretera y Gino decide abandonar el ciclismo. Hay un momento que acude al cementerio  para expresar su dolor al hermano muerto y, entonces, recibe una señal cósmica, el viento hace que una foto depositada en la cabecera de la tumba salga despedida y caiga en el regazo de Gino. En esa foto estaban los dos, varios años atrás, cada uno con su bicicleta. Algo dentro de su ser comprende que Giulio le anima a que siga pedaleando.

Podría enumerar la rivalidad con el otro gran corredor italiano, Fausto Coppi y, finalmente, amigo que declaró conseguir, gracias a Gino, ser mejor corredor y mejor persona. Aparece, por supuesto el contexto de la II Guerra Mundial, las grandes etapas del Giro y Tour y otros importantes contextos.

La moraleja del libro aparece en el título y al final de la novela:
“Lo que ganas en el deporte son medallas que te pones en la camiseta. Lo bueno que haces en la vida por lo demás son medallas que te quedan en el corazón”.

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