Así, Bruselas abre la puerta a la creación de un 'holding' en España que integre de nuevo a Renfe y Adif. Nuestros gobernantes, más papistas que el Papa, marchaban en primera línea - como la legión – en ese proceso “maravilloso por su contrastada eficacia” de partir Renfe en dos: Adif, como administrador de la infraestructura viaria y Renfe, como operadora que pone los trenes. Es más, Adif también se trocea en dos: red de alta velocidad y red convencional.
Bien, ahora, Bruselas apunta: “eso no funciona” y deja con el culo al aire a los principales palmeros de esa política liberalizadora. Las directrices están llenas de lagunas. Un ejemplo es el de conceder un título habilitante con un máximo de diez años a una empresa privada para el corredor de Levante que deberá competir con Renfe (empresa pública) que puede asumir pérdidas a cargo del Estado.
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