Los artículos -de la marca Suárez- se encontraban en una habitación del Hotel Auditórium de Madrid, edificio en el que se celebró la ceremonia. Las joyas no se guardaban bajo especiales medidas de seguridad ni dentro de cajas fuertes por “el escaso importe de las joyas”. El botín consta de sortijas, gemelos, pendientes y relojes que bien hubiera regalado un charlatán de feria por la compra de una olla Magefesa.
La Policía investiga el caso y ha pedido al establecimiento hotelero las filmaciones de las cámaras de seguridad recogidas a lo largo de todo el fin de semana. En las películas, la policía siempre investiga “el móvil”, quién se beneficia con el delito. En este caso, además del ladrón, también se benefician los implicados en el evento por la publicidad que ha trascendido de tal asunto.
Los medios se hacen más eco del robo que de los premios y premiados. El interés por el cine español va por vía secundaria y es ‘Tarde para la ira’.
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