En mi periodo escolar, nunca tuve predisposición para las
ciencias, ni buenos profesores que alimentaran mi curiosidad sobre dichas
asignaturas. Al igual que sucedía con la historia o la literatura se trataba de
“memorizar”, sin atender a la participación activa y al espíritu crítico del alumnado. Mi inclinación a la historia y la literatura se compensó con un
gran profesor/Don Mariano - lo recordaremos siempre mis compañeros y yo – que se
emocionaba leyendo un poema y nos descifraba las metáforas de los poetas,
después de preguntarnos qué nos sugería a nosotros. Actualmente, me interesa la divulgación científica y la física cuántica que me abre un camino a la espiritualidad.
Reconozco que necesito de esos libros de aprendizaje “para Dummies”
que presentan guías sencillas para inexpertos o lectores nuevos en diversos
temas enfatizando “que no son literalmente para tontos”. Y así, me sentía
cuando intentaba comprender que un electrón sin entrar por una puerta, se
encontraba en el otro lado y, a su vez, no estaba. Aquellos ejemplos para mí no
tenían lógica alguna hasta que, afortunadamente, accedí al vídeo de Alberto Casas, investigador del CSIC en el Instituto de Física Teórica de la
Universidad Autónoma de Madrid.
Comienza: “Hace siglos la percepción que existía con la Tierra es que era plana. Sucede que la percepción es, en gran medida, una ilusión óptica. Es decir, nos brinda una falsa apariencia de la auténtica realidad. Seguramente, la teoría científica que nos ha desvelado los aspectos más insólitos de la realidad es la teoría cuántica. La más exitosa y la que choca con nuestro sentido común, lo que la hace tan difícil de entender, pero también lo que la hace tan fascinante”.
Concluye: “Los seres vivos que hemos perdido podrían seguir vivos en otras ramas cuánticas y nosotros disfrutando de su compañía” y es que “La realidad que conocemos es una apariencia que viene determinada por nuestros sentidos limitados…”
Comienza: “Hace siglos la percepción que existía con la Tierra es que era plana. Sucede que la percepción es, en gran medida, una ilusión óptica. Es decir, nos brinda una falsa apariencia de la auténtica realidad. Seguramente, la teoría científica que nos ha desvelado los aspectos más insólitos de la realidad es la teoría cuántica. La más exitosa y la que choca con nuestro sentido común, lo que la hace tan difícil de entender, pero también lo que la hace tan fascinante”.
Concluye: “Los seres vivos que hemos perdido podrían seguir vivos en otras ramas cuánticas y nosotros disfrutando de su compañía” y es que “La realidad que conocemos es una apariencia que viene determinada por nuestros sentidos limitados…”
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