lunes, 25 de abril de 2016

‘Dallas’, una familia con más líos que la Roma de Nerón

Poder, sexo y ambición son los ingredientes que convirtieron la serie de televisión  ‘Dallas’ en un éxito a nivel internacional. Los negocios de la familia Ewing en el mundo petrolífero y ganadero fueron el escenario de maquinaciones, escándalos e intrigas del clan familiar.


En España se emitió por TVE entre 1979 y 1982 pasando luego a las cadenas autonómicas. El eje central de la familia tejana se ampliaba, a través de los diferentes episodios, en una serie de tramas entrelazadas entre los numerosos personajes de la serie: los patriarcas de la familia, sus dos hijos: Bobby y J.R, Sue Ellen (la mujer de J.R), Pam (la pareja de Bobby) y Lucy (la sobrina rebelde). Al núcleo principal se añadían otros personajes secundarios de gran importancia como el de “Ray” (el capataz).

De todos los personajes, el más popular fue J.R Ewing, un malísimo con sombrero tejano que estaba casado con Sue Ellen, una mujer alcohólica. El hijo mayor sin escrúpulos, ni ética alguna se caracterizaba por la avaricia y el ansia de poder y dinero. Su matrimonio era infeliz, pero le importaba un bledo porque mujeres no le faltaban al mujeriego con cartera. Era la cara de Caín.

Su hermano Bobby era el contrapunto, de puro bueno iba para santo. Representa la cara de Abel y estaba enamorado de "Pam", la chica buena que estaba muy buena.

La sobrina era una chica rebelde, algo loca, una niña rica complicada pero, en el fondo, con buen corazón.

Las familias humildes quedaron cautivadas por este festín de lujos y maldades en la que los buenos constituían una excepción.

Larry Hagman interpretó el papel de J.R que le convirtió en un actor superpopular y muy rico. Antes había conseguido un éxito relativo en los años sesenta con la serie’ Mi bella genio’.

‘Dallas’ guarda ciertas reminiscencias con la película ‘Gigante’ en la que Elizabeth Taylor y Rock Hudson viven en un rancho de Tejas y trata temas similares: mucho petróleo, ganado, dinero, poder e igualmente problemas familiares.

En España la serie tuvo tanta aceptación popular que el humorista Pepe da Rosa compuso unas sevillanas dedicadas a los miembros de la familia Ewing.

                           



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