La semana pasada volvió a acontecer con la expulsión de Sergio Ramos en el partido contra el Real Madrid, aunque el equipo blaugrana acabara perdiendo 1-2.
Ocurrió en el encuentro contra el Sevilla en Liga BBVA y se ha constatado que es el equipo que más tarjetas rojas ha forzado en sus rivales en la máxima competición europea. El equipo blaugrana ha dispuesto de 30 expulsiones a favor, muy lejos de sus perseguidores: Bayern de Múnich (20), Arsenal (18), Real Madrid y PSV (16) y United, Oporto, Olympique de Lyon y Galatasaray (14).
El Atlético fue mejor once contra once. Su equipo salió mejor al Camp Nou, presionando a la defensa del Barça, que no tardó en exhibir sus imprecisiones cuando se encuentra un rival, algo que no está acostumbrado, que le tutea.
Es en esos encuentros cuando la labor arbitral echa el resto. El árbitro alemán expulsó a Torres por doble amarilla en una falta muy rigurosa, sin peligro de lesión para el rival y en el centro del campo, y máxime cuando no establece el mismo criterio, un minuto después, con el barcelonista Sergio Busquets al cazar a Griezman en una entrada aún más dura. El error del “Niño” es realizar una falta tan tonta y no analizar que a la más mínima le van a sacar la roja, como así sucedió.
Después, Suárez suelta la pierna derecha, ya sin balón, para impactar a Juanfran y con el 1-1 el delantero uruguayo se quita de en medio a Filipe Luis con un manotazo que, en este caso, solo es castigado con tarjeta amarilla.
El Barcelona es un gran equipo, muy difícil de ganar, por esa misma razón es al que menos – aunque no debe ser a ninguno – se le debe favorecer. El periódico inglés ‘Sun’ señala: “¿Es coincidencia que el Barcelona sea el que más veces juega contra un jugador menos?"
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