La televisión les encumbró a la fama a través de stetches en los que imitaban a famosos, parodiaban programas de televisión como ‘Lo que necesitas es amor’ o caricaturizaban escenas y personas cotidianas. Todo ello desde un lado “absurdo” y repleto de gags y con la inestimable vis cómica de Millán Salcedo.
Recordamos la Nochevieja de la empanadilla de Móstoles, recreación de una oyente al programa de radio “Encarna de noche”, donde a través de diferentes cambios de información la conversación perdía todo sentido hasta dejarla a la locutora con tics nerviosos en el ojo.
Las parodias de Eurovisión, los anuncios, grandes críticas a través del humor. Su buen hacer ha quedado en nuestro recuerdo y lo más sensato y difícil de conseguir es “separarse cuando hay mucho dinero aún por medio”. La pareja de humoristas advirtieron que su ciclo finalizaba, se resentía ya a nivel personal y profesional y no dudaron en seguir caminos diferentes para seguir recordándoles por los maravillosos momentos felices que nos dieron a disfrutar.
Uno de estos momentos me gustaría compartirlo con los que sigáis mi blog y es el titulado: Martes y Trece. –‘Lo que necesitas es perdón’.
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