Personalmente, nunca me gustó este sistema que perjudicaba sobremanera a Izquierda Unida y que con 1.500.000 de votos a nivel nacional apenas obtenía representación parlamentaria. Sin embargo, los partidos mayoritarios del sistema: PP y PSOE junto a los nacionalistas de Convergencia y PNV salían muy reforzados. Además, se da la paradoja que se castiga a las grandes ciudades y beneficia a las más pequeñas.
Así, el Parlamento de Cataluña está constituido por 135 diputados elegidos en cuatro circunscripciones electorales o provincias y por la población o número de habitantes se otorga a Barcelona (85 escaños), Tarragona (18), Girona (17) y Lleida (15). La Ley beneficia a Lleida y Girona, provincias con el censo más reducido y donde tradicionalmente, los partidos nacionalistas han tenido también más peso. Se estima que un voto en Lleida vale 2'3 veces un voto de Barcelona. No obstante, este sistema injusto, pero legítimo, ha sido avalado a nivel nacional por PP y PSOE que, hoy, le ponen muchos reparos.
No obstante, si hablamos de contradicciones se riza el rizo por casi todos los lados. Convergencia, un partido burgués y de derechas se alía con Esquerra Republicana de Catalunya que se denomina de izquierdas pero se ha situado siempre al margen de los partidos de origen sindical y filiación socialista. Es un izquierdismo extraño con pretensiones anexionistas (Paises Catalanes).
La CUP (Candidatura de Unidad Popular) mezcla lo asambleario y el socialismo (el término “unitat popular” hace referencia a la alianza de la izquierda en Chile) con el nacionalismo de los Países Catalanes y con un futurible noviazgo con la casta catalana de Artur Mas u otro designado para el evento y que siga apoyando en Cataluña las mismas política que Rajoy implanta en todo el territorio nacional y que van en detrimento de la clase trabajadora.
El PP no se apea del burro y sigue sin querer atender una nueva configuración del Estado para Cataluña que la otorgue lo que “su casta política” realmente busca: un Régimen Foral similar al de Navarra y País Vasco.
El PSOE, por esa razón, retoma ahora la idea del Estado Federal que ya tenía arrinconado en el baúl de la Piquer.
Catalunya sí que es pot/Podemos naufraga en muchas contradicciones al abandonar un estilo diferente de realizar política que a algunos nos ilusionó para convertirse en un partido más del sistema. Sin embargo, su postura para Cataluña la comparto: “Estamos a favor de la unidad, pero si la mayoría desea la independencia, la aceptamos”.
No cabe duda y los datos lo avalan que Ciudadanos es el que mejor ha jugado sus cartas quitándole clientes al PP y al PSOE y es que” cría cuervos que te sacarán los ojos”.
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