“Ayúdame a poner los pies en el suelo” señala en la canción y confiesa en una entrevista que allí expresaba sus propios sentimientos. “Lo decía en serio (…) ¡Era yo pidiendo auxilio!”.
John Lennon nace en Liverpool (Inglaterra.1940) y muere asesinado en Nueva York (Estados Unidos.1980). Salta a la fama con los The Beatles y se separa del grupo para iniciar una andadura en solitario. Un éxito descomunal en el mundo artístico que viene precedido de una familia desestructurada que le convirtió en un “rebelde con causa” que nunca logró su equilibrio emocional al buscarlo en el sitio inadecuado y con las personas menos apropiadas.
La wikipedia recoge unas palabras suyas: “Una parte de mí quería ser aceptado por todas las facetas de la sociedad y no ser el músico bocaza y lunático que soy. Pero no puedo convertirme en algo que no soy. Dada mi actitud, los padres de los otros chicos (…) reconocían instintivamente lo que yo era, es decir, un alborotador. Sabían que no iba a ser un conformista y que influiría en sus hijos, que es lo que sucedió realmente. Hice todo lo posible por causar problemas en la casa de los amigos que tuve en parte por envidia, porque yo no tenía eso que llaman hogar”.
Al conocer a Yoko Ono (otra infancia atormentada) deciden, en un momento dado, someterse a terapia psicológica para liberar el dolor emocional de la niñez temprana. Sin embargo, interrumpieron el proceso de curación y abandonaron California para volver a Londres.
Lennon va aumentando su adicción al LSD y otro tipo de drogas. A través de ellas busca ahondar en su interior en esa búsqueda de paz y conocimiento interior. Más tarde y, simultáneamente, contacta con guías espirituales orientales que le conducen a la Meditación Trascendental y a rascarle el bolsillo. El compositor está plantando en tierra estéril y su vida y música se resienten.
Se opone a la guerra del Vietnam y sus canciones pacifistas se adoptan como banderas y surge una de las canciones más hermosas: “Imagine”(1971), es el disco más vendido en su carrera como solista y su letra alienta el hecho de imaginarse un mundo en paz donde no existen fronteras, ni divisiones de religión, ni de nacionalidades, así como la posibilidad que la humanidad viva libre de posesiones materiales. Es un mensaje positivo. Algunos críticos denunciaron irónicamente: ¿Era un millonario el que decía “imagina que no existen posesiones?. Ni qué decir tiene que Jhon donó mucho dinero para causas muy diversas, pero andaba sobrado…
A “Imagine” le sigue “God”. Un mensaje precioso, pero pesimista al máximo. Roza el existencialismo con ese deseo de estrechar la cabeza frente a una roca dudando de su existencia. Ambas son parte del estado cambiante y oscilante de una personalidad genial como artista y totalmente desequilibrada como persona.
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