Poco a nada sabía de este personaje político hasta que, hace escasos días, los medios de comunicación han informado que ha arrasado en las primarias del Partido Laborista consiguiendo que los jóvenes se afilien al Partido Laborista y los viejos desencantados regresen de nuevo.
Su éxito es más apreciado porque casi todo lo tenía en contra: medios de comunicación afines al poder, el establishment británico y los líderes de su propio partido que giraron tanto al centro que realizaron la misma política que los conservadotes/tories. Esta música me suena…
Corbyn ha seguido luchando desde dentro y, sin embargo, su compromiso con las causas de izquierda ha sido incuestionable hasta el punto de criticar y votar abiertamente en contra de su partido cuando no estaba de acuerdo con la decisión tomada. Era un asunto ético, personal y le importaba un bledo la opinión generalizada. ¡Cuestión de honestidad!.
He leído un artículo de un compatriota suyo que le describe como “Un quijote británico” no le importa declarar que quiere renacionalizar el ferrocarril y algunas empresas energéticas, cambio de visión en la política internacional: Oriente Medio, acercamiento a Rusia para generar un clima de paz de nuevo, luchar contra la desigualdad y pobreza que genera el liberalismo y todo ello desde una socialdemocracia que no desea ser la copia mala del liberalismo. Su discurso honesto y noble lo promueve dentro de un país en el que su electorado es muy centrista.
Los traidores del laborismo apuntan que con Corbyn a la cabeza del partido dejaría el laborismo de ser una opción de gobierno y se convertiría en un mero movimiento de protesta. El propio Blair, que sabe cómo triunfar en las elecciones, señala que “se gana desde el centro”, no “desde la izquierda tradicional” y como Corbyn no desea llegar al gobierno para ofrecer la misma política que la derecha, plantea otros caminos a “sus votantes”; una política “de izquierdas”, pues salvo el rédito del sillón para qué ofrecer una copia si ya tienen el original.
El periodista inglés señala “Corbyn es un Peter Pan, anclado en la eterna juventud de la izquierda revolucionaria(…), “permanece fiel a sus principios y no se adapta al supermercado electoral”. Esta ética tiene un paralelismo en España con Julio Anguita. Los que le admiramos sabemos que nunca ganará en un mundo donde nadie quiere escuchar las verdades del arriero.
Es muy posible que nunca gane unas elecciones, pero nunca será el colaborador de políticas nefandas (Tsipras) que les impongan otros; para eso compren el disco original…(Samaras).
Yo, con 57 años, aconsejo a Pablo Iglesias, Bescansa, Errejón que tomen nota…
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