El expreso de Shanghai es una película realizada para el lucimiento de Dietrich que mantiene ese aura de misterio, mujer fatal y ambigüedad calculada. Rememoro esta película solo por la parte “ferroviaria” que encierra, pues no me parece nada interesante, aunque sea considerada un “clásico del cine”.
La película es un melodrama en blanco y negro rodada en 1932 donde nueve distinguidos pasajeros suben a un vagón de primera clase en el Expreso de Shanghai, un tren legendario que atraviesa China durante la Revolución. En el lujoso compartimento se reúnen personajes de distinta calaña y nacionalidad; el alemán Eric Baun, el reverendo inglés Camichel, un francés llamado Leonard, una sensual y misteriosa mujer oriental que se presenta a sí misma como Hue Fei, y el también inglés Doctor Harvey, que para su sorpresa ve cómo también sube al tren la hermosa Shanghai Lilí.
Harvey y Shanghai tuvieron hace algún tiempo un apasionado romance. Pero ella, incapaz de renunciar a su existencia llena de lujo y caprichos, no dudaba en otorgar sus favores a hombres adinerados que le ayudaran a mantener su forma de vida.
El expreso inicia su trayecto pero al caer la noche, un grupo de bandidos capitaneado por el sangriento Henry Chang, bloquea la vía obligando al maquinista a detener el convoy. La intención de Chang y sus secuaces es la de capturar algunos rehenes. Uno de los elegidos resulta ser el Doctor Harvey. La intervención de la aventurera y descocada/arrepentida Shanghai logrará salvar la vida al hombre que nunca dejó de amar…
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