lunes, 6 de julio de 2015

Miguel Hernández “voy entre pena y pena sonriendo”

La vida del poeta está bañada en la fatalidad y el dolor del “Rayo que no cesa”. Un joven pastor que bebe sus primeras lecturas en un ambiente eclesiástico y provinciano (de derechas de toda la vida) que conforman su círculo de amistades y un devenir hasta convertirse en el poeta símbolo del antifascismo/ “Vientos del pueblo”. Muere  tuberculoso en la cárcel y escribe “Las Nanas de la cebolla” cuando su mujer le relata que solo tiene para dar de comer a su hijo estos dos alimentos.



Miguel Hernández Gilabert (Orihuela 1910- Alicante 1942). Desde muy joven se dedica al pastoreo, aunque era un lector ávido y autodidacta. A través de un canónigo conoce a los clásicos y forma un pequeño grupo literario en Orihuela. En aquel grupo conocería a José Marín Gutiérrez, futuro abogado y ensayista que adoptaría el seudónimo de “Ramón Sijé”, no solo su mejor amigo, sino también su compañero de inquietudes literarias y al que dedicó su famosa “Elegía a Ramón Sijé” que provocó el difícil aplauso de Juan Ramón Jiménez.

                            

Sus primeros poemas son sencillos y giran en torno a la vida campestre. Se advierten las influencias clásicas de sus primeras lecturas: San Juan de la Cruz, Virgilio, Quevedo y Góngora.

Su primer éxito es en 1933 con la publicación de “Perito en Lunas”, la luna no solo como escenario sino como experto o perito en descifrar su influencia. La influencia de Góngora y Rubén Dario siguen presentes en esa búsqueda de dar forma poética a un manantial de sentimientos muy profundos.

Tras ese prometedor éxito marcha a Madrid para obtener trabajo y José María de Cossío le convierte en su protector. Comienza su colaboración en algunas revistas  y en esta época entabla amistas con los poetas Vicente Aleixandre y Pablo Neruda. A través de Pablo tiene un breve paso por el surrealismo y su poesía se hace más social y política, manteniendo un compromiso con los desheredados.

                           

Al estallar la Guerra Civil en España se alista en el bando republicano y forma parte del Partido Comunista. En su libro “El hombre acecha” (poemas de la guerra) hay un poema titulado Rusia que ensalza los éxitos del comunismo y de su principal guía en ese tiempo/Stalin.

Ah, compañero Stalin: de un pueblo de mendigos
has hecho un pueblo de hombres que sacuden la frente,
y la cárcel ahuyentan, y prodigan los trigos,
como a un inmenso esfuerzo le cabe: inmensamente.

De unos hombres que apenas a vivir se atrevían
con la boca amarrada y el sueño esclavizado:
de unos cuerpos que andaban, vacilaban, crujían,
una masa de férreo volumen has forjado.

En 1937 se casa con Josefina Manresa, inspiradora de sus más bellos poemas amorosos. En diciembre de 1937 nació su primer hijo, Manuel Ramón, que murió a los pocos meses y a quien dedicó el poema Hijo de la luz y de la sombra y otros recogidos en el Cancionero y romancero de ausencias. En enero de 1939 nació su segundo hijo, Manuel Miguel, a quien dedicó las famosas Nanas de la Cebolla.

                        
Al finalizar la guerra, su amigo Cossío se ofreció para acoger al poeta, pero Miguel decide cruzar la frontera de Portugal y la policía del dictador fascista del país luso lo entrega a España.

Cuando estaba en prisión, su mujer Josefina Manresa le envió una carta en la que mencionaba que sólo tenían pan y cebolla para comer; el poeta compuso en respuesta las Nanas de la cebolla.

En la enfermería de Alicante padece bronquitis, luego tifus que se le complicó con la tuberculosis y muere en 1942.

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