martes, 25 de septiembre de 2018

Der Spiegel denuncia a Francisco como un falso Papa progresista


El semanario alemán Der Spiegel publica, el 22 de septiembre, un reportaje sobre el Papa Bergoglio criticando su silencio y falta de decisión para subsanar la corrupción dentro de la Iglesia. En la portada aparece la imagen del líder católico con un titular ‘No mentirás’.


Aparece una entrevista en la que se muestra a víctimas argentinas de abusos por parte de clérigos que trataron de acceder al Papa cuando fue elegido para denunciar su caso y encontraron como única respuesta el silencio.

Menciona también el caso del Padre Inzoli, abusador rehabilitado personalmente por Francisco (actitud bochornosa que se vendió con la etiqueta de clemencia y misericordia), la orgía homosexual vaticana con drogas del monseñor secretario del cardenal Francesco Coccopalmerio (las autoridades vaticanas lo enviaron a un “retiro espiritual” en un convento de Italia , la promoción y favor a personajes más que dudosos como McCarrick e incluso miembros de su exclusivo consejo privado de cardenales, el C9, como Errazuriz o Maradiaga. 

El reportaje  refleja la desilusión del semanario y de tantos cristianos progresistas que mantenían la esperanza que Bergoglio atajara la terrible corrupción de una Iglesia que hace muchos siglos abandonó a Cristo para unirse al poder terrenal de Roma e imperios sucesivos.

Cita el semanario el comentario de Francisco que temía pasar a la historia como el Papa que había dividido la Iglesia. 

En mi opinión, si no quiere sacar el látigo que Jesús sacó a los mercaderes, es responsable y cómplice de guardar silencio y mantener una estructura corrupta. 

Sin embargo, la mierda les salpica por todos lados: Estados Unidos, Irlanda, Italia, Argentina, Chile, etc. La España reaccionaria aún no destapa los miles de casos de abusos que hay en este país, pero saldrán a la luz  tarde o temprano.  No bastará que hagáis, como en Chile, donde Jorge Mario Bergoglio sostuvo públicamente hasta el final la inocencia de obispos y cardenales de ese país, acusados de haber cometido u ocultado un gran número de abusos sexuales. Descalificó durante mucho tiempo como “calumnias” las denuncias de las víctimas, pero la VERDAD se impuso.