viernes, 26 de mayo de 2017

'Nagasaki: Recuerdos de mi hijo', una historia con fantasma y salvación

Dirigida por el aclamado realizador japonés Yôji Yamada, la cinta fue seleccionada por Japón para representar al país en la 89ª edición de los Premios Oscar. La  película está ambientada durante los años posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial en Japón.


Nobuko es una mujer de mediana edad que trabaja de comadrona. Su vida no es fácil, durante la guerra perdió a su marido y a su hijo mayor, ambos muertos en combate. El otro hijo que le quedaba, Koji, murió víctima de la bomba atómica que cayó sobre la ciudad de Nagasaki. Para evitar sentir el dolor de haber perdido al amor de su vida y a sus dos hijos, Nobuko trabaja mucho e intenta no pensar. Tres años después de la tragedia, el 9 de agosto, cuando se cumple el aniversario de la muerte de Koji, el fantasma del joven se le aparece a su madre. Nobuko y su hijo rememoran el pasado, logrando que la mujer logre sentirse feliz. Sin embargo, esto hace que ella empiece a asumir el dolo de la pérdida y que tome contacto con la prometida de Koji, Machiko.

Aparecen tres elementos con cierta tradición del cine nipón: la familia, el trauma de la bomba atómica y la posibilidad del perdón/salvación. Yamada poco a poco va introduciendo el verdadero mensaje del film: la idea de dejar marchar al ser querido, a pesar de todo el dolor que provoca.

El cineasta pone en escena una poética extraña pero conmovedora que insiste en el cielo como aquello de donde proviene la muerte pero también la salvación.


martes, 16 de mayo de 2017

Champix, un fármaco efectivo para dejar de fumar

Yo, fumador/consumidor de un paquete diario de tabaco durante muchos años he decidido darme la oportunidad de acabar con ese enemigo que ahoga mis pulmones y, sobre todo, anula por completo mi voluntad. Me he sentido esclavo del cigarrillo e incapaz de superar “el mono” de la doble adicción: sicológica (sensación de tranquilidad) y física (dependencia de la nicotina). Familiares muy fumadores han conseguido abandonar la adicción al tabaco con unas pastillas llamadas Champix. Me he informado y confirmado que, al menos, voy a intentar dejar de fumar. Sé que debo apoyarme en una idea mental que sea importante para mí y comenzar el tratamiento. No sé si lo conseguiré - muchos intentos anteriores han acabado en fracaso – pero sí deseo intentarlo con todas mis fuerzas. Esta vez, sí me veo con fuerzas para luchar y ganar a la droga legalizada.

La idea mental consistía en repetirme unos días antes de empezar el tratamiento “Voy a dejar de fumar para siempre, el 19 de abril”. Esa fecha era significativa, pues mi hijo nació ese día y representaba una ofrenda hacia él y un apoyo de su presencia en mi objetivo. Circunstancias ajenas me obligaron a que el día 19 fuera el primer día de tratamiento y no el del abandono del tabaco.

La medicación completa consta de 12 semanas. Del día 1 al día 3, debes tomar un comprimido de 0,5 mg una vez al día. Del día 4 al día 7, debes tomar un comprimido de 0,5 mg dos veces al día, una vez por la mañana y una vez por la tarde, aproximadamente a la misma hora cada día. A partir de la segunda semana y hasta el final de la terapia debes tomar un comprimido de 1 mg dos veces al día. En la primera semana es compatible la medicación con el seguir fumando y en la segunda debes haber elegido un día para dejar de fumar.

Las pastillas son caras. Cada caja, para dos semanas, sale en la farmacia por 62 euros, aunque resulta rentable con el ahorro del gasto en tabaco.

Champix lleva vareniclina (se utiliza en los ansiolíticos), actúa reduciendo el efecto de la nicotina en el cerebro y reduciendo la ansiedad causada por el síndrome de abstinencia.

En los ensayos clínicos realizados para evaluar la eficacia y seguridad del fármaco, se había comprobado, además de que el producto conseguía su principal objetivo en relación con el abandono del tabaco, que sus principales efectos secundarios eran leves.

En el prospecto de las indicaciones nos hablan de posibles efectos secundarios. Mejor no leerlos si eres un hipocondriaco, pero sí es cierto que, según cada persona, se muestran unas secuelas. En mi caso destacaría dos: el recuerdo de la mayoría de los sueños de la noche y la sequedad y ligera irritación de garganta.

El día 1 de mayo dejé de fumar. No he probado un cigarro y cuando tengo algún ligero deseo de encender un cigarro me limito a llevar un chicle a mi boca. Ese deseo es muy tenue y breve lo que facilita superar esos momentos esporádicos. Sé que la guerra contra el tabaco no ha concluido, pero ha comenzado con una notable ventaja por mi parte, las primeras batallas las he ganado.

martes, 9 de mayo de 2017

SEAT cumple 67 años en familia

Hoy, SEAT cumple 67 años desde su fundación un 09 de mayo de 1950. El gobierno español encargó al Instituto Nacional de Industria (INI) la creación de la empresa. SEAT (Sociedad Española de Automóviles de Turismo) con el objetivo de tener una industria nacional de la automoción aunque fuera bajo licencia de la italiana Fiat. Para su constitución se creó una sociedad con un capital de 600 millones de pesetas, de la que el INI contaba con un 51% de las acciones, la banca española un 42% y Fiat, el principal fabricante de automóviles de Italia (que actuaba como socio tecnológico) el 7% restante.


Se nombró presidente de la nueva empresa al ingeniero D. José Ortiz de Echagüe y el nuevo proyecto comenzó su actividad industrial en la planta de la Zona Franca de Barcelona. La producción comienza en mayo de 1953 con el SEAT 1400, derivado directo del Fiat 1400 de 1950. El popular SEAT 600, el modelo más emblemático de la marca, no llegó hasta junio de 1957. Este coche va indisociablemente unido al desarrollo de la clase media en España. Nuestro país comenzaba a dejar la hambruna y las familias, con gran esfuerzo económico, adquirían este coche con verdadera ilusión.

Posteriormente contemplaríamos el modelo SEAT 1500, un lujo de los años  60, que en mi niñez está vinculado a los taxis de franja roja en Madrid y amarilla en Barcelona.

En 1966 aparece el SEAT 850 con aspecto más deportivo - sobre todo la versión coupé - y menos formal que el 1500. Otros modelos significativos fueron el SEAT 124, el Ritmo y el Panda.

La autarquía en España traía como efecto la industria nacional pero los años y los cambios de los ciclos económicos trajeron la reconversión y la liquidación de las empresas nacionales y, así, en 1986 el grupo alemán Volkswagen adquiere una participación mayoritaria en la compañía y, actualmente, SEAT es una subsidiaria de la empresa alemana.