miércoles, 30 de enero de 2019

Bergoglio y el celibato


El Papa tiene dos nombres y dos caras: Francisco y Bergoglio, el progresista que va a cambiar las corruptelas de la Iglesia y el jefe de Estado que mantiene el orden establecido; el que cultiva una imagen popular, de hombre sencillo y el que se mueve como pez en el agua en el mármol de los salones pontificios.


Jugando con esta ambigüedad, ateniéndonos a los hechos, comprobamos que sus obras responden a la defensa del orden establecido. El cambio ni está, ni se le espera.

Dos de sus últimas declaraciones avalan dicha tesis. La primera ha sido su declaración que “nunca autorizará el celibato opcional”, la segunda, su petición de “desinflar las expectativas para la cumbre antipedofilia de febrero.

Celibato opcional

El Pontífice ha asegurado que “no tiene ganas de ponerse ante Dios  con esta decisión”. Ahora bien, “sí existe la posibilidad de que hombres maduros casados de fe probada, puedan ser ordenados solo en sitios muy lejanos, como las islas del Pacífico o la Amazonia, donde faltan sacerdotes”.

El celibato como opción de soltería y castidad es defendido basándose en el texto del Evangelio de Lucas que apunta:
“Yo os aseguro que nadie que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos por el reino de Dios, quedará sin recibir mucho más al presente, y en el mundo venidero, vida eterna”.

En Mateo se cita: “Hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos hechos por los hombres, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el reino de los cielos”.

No cabe duda que los Evangelios pueden tener diversas interpretaciones y, en muchos casos, son contradictorios. Sólo la palabra AMOR es indiscutible en los textos. Ese “Ama a los demás, como a ti mismo”.

Es un hecho constatado que en las primeras comunidades cristianas no se contempla la soltería como estado obligatorio para la condición del sacerdote. El comienzo del celibato clerical en la Iglesia no está claro, aunque la opinión más generalizada es que tuvo sus inicios en el II Concilio de Letrán (1139).

Jesús/Cristo  no plantea el celibato como medio obligado para alcanzar la meta divina. Por ejemplo, cuando se refiere a la indisolubilidad del matrimonio recuerda la tradición:

¿No habéis leído que el Creador desde el comienzo los hizo varón y hembra y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos harán una sola carne? .

El celibato ha sido un instrumento para garantizar la sujeción del clero a la autoridad central  de Roma y reforzar su sistema jerárquico, tratando el asunto como una secta que busca aislar a la persona de los consejos de su ambiente familiar y, además, conferir al sacerdote de autoridad e influencia sobre la gente común.

Pederastia en la Iglesia

El periodista Eric Frattini en un vídeo subido a internet y titulado: ‘Los Secretos del Vaticano’  apunta que 272 altos cargos del episcopado estadounidense encubrieron casos de pederastia y que ningún miembro importante de la Curia ha ido a la cárcel porque cuenta con pasaporte vaticano y eso le hace intocable. Juan Pablo II/Wojtyla fue el gran valedor de esta causa, al que la Curia decidió proclamarle "Santo" con su canonización.

Para Frattini, no cabe la menor duda, que el celibato es uno de los mayores obstáculos para la higiene de la Curia. Hay un informe en inglés, colgado en internet, de la iglesia católica irlandesa en la que se demuestra que hay colegios católicos en donde las niñas han sido violadas casi en su totalidad. Por tanto, la pederastia ha arrastrado a niños y niñas.

En su libro ‘Los Papas y el sexo’ señala la influencia y la práctica del mismo en los diversos Papas, desde el siglo XVI  y cómo se escondió. El primero que comienza con la ‘La conspiración del silencio’ es Pablo VI que firma un documento ordenando el silencio de la Curia ante las denuncias recibidas y señala en dicho texto que los pederastas deben ser tratados como pecadores y no, como delincuentes. Posteriormente, BenedictoXVI/Ratzinger añade una adenda manifestando que no deben ser denunciados casos que se conozcan porque están bajo secreto pontificio.



Por supuesto que los abusos también se dan en protestantes y luteranos, pero sus cifras son mínimas y es que allí no se exige el celibato.

El documental ‘Examen de conciencia’ de Albert Solé presentado por Netflix acusa a la Iglesia directamente de encubrir a pederastas y apunta que un 7%  de los sacerdotes católicos han abusado de menores. Se presentan en el documental historias desgarradoras de abuso sexual efectuado a menores de edad que son narradas por las propias víctimas que a día de hoy no han conseguido justicia. Para el director del documental ‘el cambio del Vaticano con los abusos es sólo cosmético’.