domingo, 11 de noviembre de 2018

Leyes claras, precisas y concisas


El Confidencial publica, hoy, un artículo muy interesante de Carlos Sánchez que lleva por título: ‘Escorpiones en una botella: los jueces y la política’. Concluye su comentario realizando una crítica al poder legislativo por no redactar leyes claras, precisas y concisas que transfieren a los jueces la interpretación de estas y, por tanto, están muy sujetas a la propia ideología o interés (la negrita es de mi cosecha particular).



 “La idea de que los jueces hacen política no es nueva. De hecho, está en la génesis de cualquier sistema judicial. Pero fue el legendario juez Oliver Wendell Holmes Jr., junto a John Marshall el jurista más relevante que ha dado EEUU, quien elaboró una sólida teoría en la que ya advertía hace más de un siglo de la necesidad de restringir la labor de los jueces para que no se inmiscuyeran en el ámbito de los parlamentos”.

Este juez calificado como “gran disidente” señalaba acertadamente que los jueces - como cualquier ser humano tienen ideología – y esto no es ni bueno, ni malo; es sólo un hecho tan constatable como la ley de la gravedad. Ahora bien, esta situación menoscaba la independencia de la institución judicial.

El responsable de elaborar unas leyes transparentes debe ser el poder legislativo que asumirá su autoría y cumplimiento frente a los electores.

Hasta ahora, el poder legislativo ”elabora normas de baja calidad y deficientemente redactadas por incoherentes y ambiguas, lo que afecta de manera muy negativa a la seguridad jurídica, dejando en manos de los jueces la interpretación de las leyes más allá de lo razonable".

Al leer esto, máxime estando de acuerdo, nos preguntamos el por qué. Lo peor, en mi modesta opinión, es que se trata de algo intencional. Según nos convenga interpretamos la ley de una u otra manera y al sistema le interesa esa ambigüedad que se aleja del sentido común del ciudadano de a pie.