martes, 18 de abril de 2017

El Bosco, precedente de las experiencias cercanas a la muerte

Jheronimus van Aken (1450-1516), conocido en España como el Bosco. Su pintura se inscribe en la tradición flamenca y fantástica. Sus obras son fruto de la época medieval en la que vivió y, así, el artista vinculó su sentimiento personal a los encargos recibidos por los contratistas que solicitaban una profusión de temas religiosos moralizantes. En la enigmática obra  de El Bosco titulada ‘Visiones del más allá’ su temática parece ser un relato visual de un viaje del alma a otra dimensión después de la muerte, en clave religiosa judeo-cristiana .

La Visión del Más Allá es el tema de cuatro óleos sobre tablas que se conservan en el Palacio Ducal de Venecia. Las tablas representan el Paraíso terrenal, la Ascensión al Empíreo, la Caída de los condenados y el infierno.


La Ascensión al Empíreo

Se ven ángeles alados que parecen recibir las almas de los que ascienden a través de un túnel esférico que resplandece  por una luz  divina  irradiada milagrosamente desde lo más alto y que contrasta  con la oscuridad del resto del cuadro. Este contenido  es referido por numerosas personas que han sufrido experiencias de casi-muerte en la actualidad y mencionan el famoso túnel y una luz que irradia energía transmitiendo un fuerte sentimiento de paz y felicidad. 


En esta tabla las almas están sostenidas por ángeles que las conducen hacia esa luz divina, más allá del cual deben proseguir solos. Es curioso que el túnel, los familiares o ángeles que acompañan son las experiencias narradas por personas que han estado a punto de morir o que han pasado por una muerte clínica y han sobrevivido.

 Esto no quiere decir que ese proceso que algunas personas explican haber experimentado sea más que eso, un proceso mental u orgánico que se da durante el proceso de la muerte. Pero lo que cabe destacar es que ese proceso lo reflejó siglos atrás este pintor holandés.

El Empíreo es en la teología católica medieval el más alto de los cielos y el sitio de la presencia de Dios, donde residen los ángeles y las almas acogidas en el Paraíso. El Empíreo se enmarca en el ámbito de la teoría geocéntrica, que hasta la publicación de las teorías de Copérnico en 1543 era unánimemente aceptado por los expertos en la materia. Según el modelo de Ptolomeo, la Tierra se encontraba en el centro del universo, rodeada por ocho esferas celestes (los cielos): los primeros siete eran planetas (Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno), mientras que en la octava se encontraban las estrellas.

Los teólogos medievales, inspirándose en la doctrina de Aristóteles, introdujeron un noveno cielo que originaba y alimentaba el movimiento de los otros ocho. El Empíreo se encontraba sobre los citados nueve cielos. No estaba limitado espacialmente ni constituido de materia, como sí se pensaba que lo estaban las otras regiones. Era en realidad un sitio espiritual, fuera del tiempo y del espacio. Mientras los nueve cielos están en continuo movimiento, el Empíreo se encuentra eternamente inmóvil.

El Empíreo y Dante

La más famosa descripción del Empíreo es la ofrecida por Dante en La Divina Comedia: tras atravesar los nueve cielos del Paraíso. El poeta imagina este cielo, que Beatriz describe en los siguientes términos:

Hemos salido fuera
del mayor cuerpo al cielo que es luz pura:
luz intelectual, plena de amor;



Nos queda una duda: ¿El Bosco experimentó una experiencia cercana a la  muerte y la plasmó en su obra ? 


1 comentario:

  1. Es indudable, a la luz de cientos de relatos por quienes han pasado por una ECM (Experiencia Cercana a la Muerte), que no pudo tener tanta exactitud si no fuera porque experimentó su propia ECM o se la detalló un allegado que la tuvo... Me recuerda al relato del Soldado ER de Platón, cuando en su obra La República , cuenta su experiencia...

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