miércoles, 7 de octubre de 2015

Encuestas electorales, las razones y sinrazones que se esconden en un voto

Los últimos sondeos electorales prevén una victoria del Partido Popular (PP), aunque en el camino perdería muchos escaños y no lograría la mayoría absoluta. Los socialistas (PSOE) quedarían en segundo lugar desangrándose menos que el PP y recuperando una gran parte del voto que se alejaba a su izquierda. Podemos retrocede significativamente en relación a las expectativas creadas meses atrás y Ciudadanos, salvo en Cataluña, retrocede porque el PP recupera parte del electorado tránsfuga al partido de Albert Rivera.


Como señalan las empresas que se dedican a realizar estos estudios, los datos hay que tenerlos en cuenta solo en ese momento concreto, pues cualquier acontecimiento posterior puede modificar las cifras.

Me atrevo a señalar que apuntaríamos a dos factores: externos: a) declaraciones de los líderes, casos de corrupción, coyuntura internacional, situación económica…b) internos: sentimiento de pertenencia a un grupo ideológico, edad, formación cultural…

En el PP hay que destacar que cuenta con alrededor de siete millones de votos muy estables, vinculados a una España tradicional, cuyos votantes mantienen un comportamiento fiel o de piñón fijo - según el sentido positivo o negativo que demos a la expresión -. La imagen de su líder no gusta demasiado entre sus propios votantes, pero las siglas están por encima de su representante. Así, si pusieran a Pinocho como líder, sus votantes le votarían. Esta fidelidad se manifiesta en que, a la hora de la verdad, muchos de sus tránsfugas a Ciudadanos - partido que saben hermano de sangre – volverán al redil para que no ganen los rojos, aunque sean tan rosáceos como el PSOE. El caso de Cataluña es solo un paréntesis porque se trataba de unir los máximos votos posibles en la candidatura más fuerte, una postura muy acertada, pero que no tuvo la misma naturaleza en los ayuntamientos y, en mi opinión, no la tendrán en las elecciones generales.

El votante del PSOE es más esquizofrénico que el del PP, ya que mantiene dos tipos de votos. Un ejemplo es el votante típicamente de izquierdas que podemos encontrar en la Andalucía de Susana Díaz y, otro, es ese votante de la clase media funcionarial y empresarial que encontramos en Madrid. A este último le gusta llamarse de izquierdas pero siempre y cuando se haga una política de derechas. Estos últimos son los que mandan en el partido y los que han hecho del socialismo un partido de “castas” como señala Pablo Iglesias. Ya le sobra la “S” de socialista y la “O” de obrero desde los tiempos de Felipe González y la Beautifull People. No obstante, sigue manteniendo un gran número de votantes y los errores cometidos también por “la casta de Podemos” les ha beneficiado en recuperar a muchos de esos votantes que reclamaban un espacio más a la izquierda.

El votante de Podemos es un votante joven principalmente y entre los cincuenta y sesenta años con estudios superiores y claramente de izquierdas, que en el pasado mantuvo/mantiene actualmente una actividad antifranquista. Es casi imposible que arañe el voto de los pensionistas o la gente muy mayor que se decantan hacia el bipartidismo PP/PSOE. Sí fue capaz de aglutinar a mucha gente de la izquierda desencantada que, de nuevo, vuelve a “la cofradía del Santo reproche” y a los abstencionistas. Al comienzo se presentaron con una oferta de aire fresco, novedoso y, poco, a poco, en esa estúpida busca del centrismo para ganar elecciones o sillones mostraron múltiples contradicciones, se avergonzaron de sus principios ideológicos y vinieron Tanias y Tsipras para bajarle la soberbia a Pablo Iglesias y desmentir a Errejón y Bescansa cuando afirman que no han sabido en Cataluña buscar un nombre y un líder con más mordiente. Claro, que Rajoy también decía frente a las tropelías cometidas que su error “era no saber comunicar acertadamente”.

Ciudadanos - mal que me pese – lo está haciendo muy bien pero su futuro va ligado a lo que apuesten sus creadores/el Ibex y a la falta o no falta que tengan de la formación y, todo indica, que en este partido jugarán en la reserva dependiendo del juego de los titulares. Al final, se trata de que exista “una gobernabilidad” y si se les necesita de comodín para apoyar al PSOE -  mi apuesta/ y así se disfraza de no ser el brazo de Santa Teresa/Partido Popular- o al PP lo harán por el bien “de la gobernabilidad de España”.

Qué sinrazón mueve a un parado o a un pobre diablo a votar a los que configuran políticas nefandas para ellos. ¡El miedo y la ignorancia!. ¿Por qué el pueblo griego ha dado un voto de confianza a Syriza a quien le ha traicionado?. ¡El miedo y la ignorancia!.

El pueblo ruso pedía al zar llorando un poco de piedad y pan, pero les fusilaron. El error de los poderosos fue grande y el acierto de Lenin inmenso cuando señaló: “Cuanto peor, mejor para nosotros” . La rata siempre huye si le dejas escapada, pero si la acorralas se lanza a tu cara.

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