lunes, 8 de junio de 2015

Extraños en un tren, Alfred Hitchcock

Una película de intriga del director Alfred Hitchcock que elige el escenario de un tren para abordar un thriller psicológico. Rodada en blanco y negro en el año 1951, la intriga de la cinta está basada en la idea de un crimen sin móviles, un crimen perfecto.


Durante un viaje en tren, Guy, un joven campeón de tenis (Farley Granger), es abordado por Brunob (Walker), un joven que conoce su vida y milagros a través de la prensa y que, inesperadamente, le propone un doble asesinato, pero intercambiando las víctimas con el fin de garantizarse recíprocamente la impunidad. Así podrían resolver sus respectivos problemas: él suprimiría a la mujer de Guy (que no quiere concederle el divorcio) y, a cambio, Guy debería asesinar al padre de Bruno para que éste pudiera heredar una gran fortuna y vivir a su aire.

La película está inspirada en la novela de Patricia Higsmith, pero no está adaptada con total fidelidad pues en el libro de Hitghsmith el fondo homosexual de la relación entre los dos hombres está claro,en la cinta desaparece.

El tren y el ferrocarril están presentes en varios de sus largometrajes. Así, en “Con la muerte en los talones” (1959) el actor Cary Grant, con gafas de sol, trata de dar esquinazo a los policías que le persiguen y un empleado de la estación le pregunta: ¿Le ocurre algo en los ojos? Y Grant contesta: “son sensibles a las preguntas”.

Una anécdota de la película es que cuenta con un cameo del propio director y acontece llevando Hitchcok un contrabajo al intentar subir al tren del que desciende Farley Granger.



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