Dicen las malas lenguas que es un mafioso, lobista, mentiroso (¿Qué le detengan….) y, lo peor, un “oscuro ser”. Sin embargo, es un "hombre de Estado" que va como un cruzado a defender “nuestras” empresas multinacionales y cuenta con el inequívoco arropamiento político y diplomático del gobierno de Rajoy. Si ya propuso un Gobierno PSOE/PP para parar a los chavistas de Podemos.
Felipe no es un traidor que se venda por 30 monedas, es un hombre que evoluciona. Algo así, como decía Groucho Marx: “Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros. Si recuerdan dijo claramente NO a la OTAN, luego: “De entrada, NO” y, finalmente, “Sí, te quiero con el corazón”.
Su paso como presidente fue apabullante “Quiero que todo el mundo gane dinero”. Todos fuimos beautiful people/gente guapa en aquella época. Hasta los idiotas que se empeñaron hasta los cojones para comenzar la burbuja inmobiliaria. ¡Ah, qué tiempos aquéllos del felipismo!.
A un socialista como él que tenía una novia cándida/pueblo que le vitoreaba y le fueron a hacer una pinza el Aznar y el Anguita para hablarle de corrupción y señores X.
Qué injusta es la vida con estos grandes hombres, aunque también me pregunto: ¿se podría haber quedado en España, defendiéndonos a los españolitos de los bancos, de los empresarios sin escrúpulos, de la corrupción de los políticos, de la reforma laboral y educativa, de los informes de Cáritas sobre pobreza infantil, etc. Es lo que tienen “Los Quijotes” que descuidan su casa para salvar la de los demás. ¡Generoso!.
Un amigo mío dice que Felipe tiene en su casa un retrato que envejece por él y que le recuerda todos los actos cometidos sobre su alma y que con cada pecado la figura se va desfigurando. Lo conseguido es en base a perder el amor de su vida y a condenarse a sí mismo a no poder ser feliz. ¿Con quién habrá pactado?.
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