Laura nació en Croacia, aunque toda su vida ha transcurrido en Italia. Nunca realizó cine pornográfico, ni un erotismo soso/chica Play Boy. Lo suyo era un erotismo de fuerte carga sexual que refleja fundamentalmente en dos películas: Malizia (1973)/yo tenía 15 años y en Peccato veniale o Me gusta mi cuñada, en la traducción en español.
Malizia nos plantea la situación de un hombre con tres hijos que, al quedar viudo, debe contratar una mujer para atender las labores de la casa. Aparece Ángela, para hacerse cargo del hogar y convivir con cuatro varones: el viudo, el hijo mayor, el adolescente y el pequeño. Salvo el cariño del benjamín, los tres restantes la desean.
En Peccato veniale aparece la figura del adolescente Sandro que queda fascinado de los encantos de su cuñada.
Otras películas suyas son Camas Calientes, Sexo loco, Casta y pura y el Inocente, de Visconti. Esta última película la otorgó cierto caché por trabajar al lado del prestigioso director, aunque su auténtico caché fue ese sello propio de sensualidad mediterránea que te expresa: “Estás perdido”.
Sin embargo, paradojas de la vida, el mito, la fama, el dinero y el éxito condujeron a Laura a ser infeliz. Cayó en la droga, en intervenciones quirúrgicas que la desfiguraron la cara, en clínicas psiquiátricas y, finalmente, en la muerte de una mujer/al igual que Marilyn que no fue capaz de ser ella misma, al margen del producto comercial.
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