lunes, 21 de diciembre de 2015

Elecciones 20-D, el establishment retrocede pero aún se mantiene en pie

Ayer voté a Podemos aunque mi corazón me pedía el voto para I.U (izquierda Unida). Supongo que, como tantos ciudadanos de izquierdas, nos dejamos seducir por el lado práctico y buscar la candidatura que más apoyos tendría. No deseábamos perder los votos por el camino que trampea la Ley D’Hont.


El resultado de las elecciones me deja un sabor agridulce por dos motivos: a) el PP no obtiene mayoría absoluta. Sin embargo, ¡manda huevos que obtenga 123 escaños con los escándalos de corrupción, la reforma laboral, el paro que no cesa, etc!. Nunca había imaginado tanto masoquismo en nuestro pueblo para otorgarle ser la lista más votada. ¿Qué sucederá cuando nos otorgue un bocadillo de mortadela?.

Además, el PSOE sigue siendo la segunda fuerza preferida de los españoles con un ex presidente/Felipe González que rezuma neoliberalismo y atlantismo por todos sus poros olvidada su etapa de Suresnes; una Susana Díaz, flamencota y popular que pacta con Ciudadanos/la marca blanca del PP para seguir tapando ERES y hacer de Andalucía un cortijo.

Lo dulce se transmite en esos 69 escaños de Podemos y los 2 de I.U que son un ¡Basta ya, a los políticas antisociales. Un voto urbano que avanza imparable en Cataluña, Euskadi, Valencia, Madrid, pero que aún camina muy lentamente en esa España profunda “devota de Frascuelo y de María”.

La derecha tiene una ventaja/ son una piña de votos uniformados y un inconveniente/la falta del más mínimo espíritu crítico en su escenario electoral. A su vez, la izquierda tiene un pro/ejercer la libertad de pensamiento y un contra/divisiones internas.

La suma de votos de Podemos+Confluencias+ Izquierda Unida hubiera cambiado casi por completo el mapa electoral. Así, según el diario.es, aplicando el sistema D’Hont los resultados actuales: P.P (123), PSOE (90), Ciudadanos (40), Podemos (69) e I.U (2) se hubieran transformado en P.P (114), PSOE (88), Ciudadanos (36) y Podemos+Confluencias+I.U (85).

Es decir, se haría factible un gobierno de izquierdas junto al PSOE que sí tiene un electorado con el corazón partió/obrero y burgués, siempre y cuando aparte de sus influencias a Felipes, Susanas y gente de mal…

Tal como está la situación actual me da que la opción de gobierno se va a configurar en un pacto P:P con Ciudadanos y la abstención del PSOE (permitiendo la gobernabilidad/saqueo de España).

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