Fue una viajera infatigable y, es posible, que ese fuera el motivo principal para que la escritora inglesa eligiera el tren y el ferrocarril como escenario central de cuatro de sus novelas que han sido trasladadas al cine.
El misterio del tren azul (1928)
El Tren Azul con destino a Niza transporta una valiosa carga: el mayor rubí del mundo, el «Corazón de Fuego», un regalo de un magnate americano del petróleo para su querida hija, Ruth Kettering. Pero al llegar a la Costa Azul, se descubre que la propietaria de la joya ha sido brutalmente asesinada y que el rubí ha desaparecido. El millonario Rufus Van Aldin, muy afectado por la muerte de su heredera, contrata al detective Hercules Poirot para que resuelva el estremecedor suceso. El caso irá adquiriendo una creciente complejidad a medida que Poirot descubra el turbulento pasado de la víctima: su recientemente frustrado matrimonio, la tensa relación que mantenía con su padre y la existencia de un ex pretendiente con quien debía encontrarse en Niza. En el año 2005 se realizó la versión cinematográfica que fue dirigida por Hettie Macdonlad (Reino Unido).
Asesinato en el Orient Express (1934)
En un lugar aislado de la antigua Yugoslavia, en plena madrugada, una fuerte tormenta de nieve obstaculiza la línea férrea por donde circula el Orient Express. Procedente de la exótica Estambul, en él viaja el detective Hércules Poirot, que repentinamente se topa con uno de los casos más desconcertantes de su carrera: en el compartimiento vecino ha sido asesinado Samuel E. Ratchett mientras dormía, pese a que ningún indicio trasluce un móvil concreto. Poirot aprovechará la situación para indagar entre los ocupantes del vagón, que a todas luces deberían ser los únicos posibles autores del crimen. Una víctima, doce sospechosos y una mente privilegiada en busca de la verdad.
La versión cinematográfica es del año 1974 (Reino Unido) y llama la atención un impresionante reparto. En el tren viajan Albert Finney, Sean Connery, Ingrid Bergman, Lauen Bacall, Jacqueline Bisset, Martin Balsam, Wendy Hiller, John Gielgud, Colin Blakely, Richard Widmark, Rachel Rooberts, Michael York, Jean Pierre Cassel, Anthony Perkins y Vanessa Redgrave.
El misterio de la guía de ferrocarriles (1936)
Poirot recibe una carta desafiante firmada por un tal A.B.C. retándole a que lo detenga en su propósito de cometer una serie de asesinatos siguiendo el orden del alfabeto. El cuerpo de la señora Alice Ascher, una anciana propietaria de un estanco en Andover, aparece con un gran golpe en la nuca de espaldas al mostrador, al lado de una guía de ferrocarriles A.B.C. abierta por la página de Andover. La calle estaba muy concurrida, por lo que nadie vio al asesino. Tras una reunión en el despacho de Poirot, se decide que sólo pueden esperar a que el asesino cometa el segundo crimen. Cuando se descubre que Betty Barnard ha sido asesinada con su propio cinturón en una playa de Bexhill-on-sea, Poirot lucha por descubrir al asesino, y las cosas se complican cuando asesinan a Carmichael Clarke.
En el cine llevó por título: “Detective con rubia” (1965) y se trataba de una adaptación en clave de humor, en la que el detective belga Hércules Poirot viaja hasta Inglaterra siguiendo el rastro de un asesino que está matando a sus víctimas por orden alfabético. Tony Randall y Anita Ekberg eran los protagonistas principales.
El tren de las 4.50 (1957)
La Sra. McGillicuddy ve a una mujer siendo estrangulada en el instante que el tren en que se encuentra disminuye la velocidad y el tren en sentido contrario acelera. La policía no cree en la única testigo por no encontrar al cadáver. Ella fue testigo ocular de un crimen que sólo será solucionado por la simpática Miss Marple quien en el capítulo final sorprende a todos con la verdad que solo estaba en la cabeza de la vieja detective. En 1961 aparece la versión cinematográfica.
Finalmente, seleccionar una frase de la escritora: “El mal nunca queda sin castigo, pero a veces el castigo es secreto”.
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