Uno de los rincones más clásicos e históricos de la ciudad de Oporto es la estación de San Bento, que fue inaugurada en el año 1916 y se manifiesta como una estación histórica que es reconocida por su estructura y decoración, con gran cantidad de azulejos en paneles que representan escenas de la Historia de Portugal, siendo un verdadero orgullo para el país.
La Estación de San Bento se encuentra ubicada en la Plaza de Almeida Garret, justamente en el centro de la ciudad de Oporto, y se llama de esta forma debido a un monasterio benedictino que fue fundado en este lugar en el siglo XVI, el cual fue víctima de un incendio en el año 1783.
En el marco de una expansión del sistema ferroviario de Portugal, el Rey Carlos I dispuso la construcción de la estación de San Bento, un proyecto que fue confiado al arquitecto José Porto Marques da Silva, autor del diseño de este edificio con claras influencias de arquitectura francesa.
En la estación de San Bento el viajero podrá experimentar la belleza de las clásicas construcciones antiguas con un ambiente melancólico. La fachada señorial seguramente es uno de los elementos más llamativos, pero es el interior de la estación donde guarda 20.000 delicados azulejos abonados al azul y al blanco, uno de los imprescindibles de Portugal. La estrella más rutilante de la azulejería portuguesa, Jorge Colaço, puso su mente a trabajar en 1906 para recubrir las paredes de la estación de trenes que llevaba el siglo XX a la ciudad.
La entrada en Oporto del rey Jõao I junto a su esposa Philippa de Lancaster en 1387 o la conquista de Ceuta en 1415 son los episodios nacionales que el artista eligió para decorar el vestíbulo, a los que se añadió un friso de colores dedicado a la historia del transporte en Portugal.
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