miércoles, 10 de febrero de 2016

El sentido común no es siempre una guía fiable para entender el mundo

En mi periodo escolar, nunca tuve predisposición para las ciencias, ni buenos profesores que alimentaran mi curiosidad sobre dichas asignaturas. Al igual que sucedía con la historia o la literatura se trataba de “memorizar”, sin atender a la participación activa y al espíritu crítico del alumnado. Mi inclinación a la historia y la literatura se compensó con un gran profesor/Don Mariano - lo recordaremos siempre mis compañeros y yo – que se emocionaba leyendo un poema y nos descifraba las metáforas de los poetas, después de preguntarnos qué nos sugería a nosotros. Actualmente, me interesa la divulgación científica y la física cuántica que me abre un camino a la espiritualidad.


Reconozco que necesito de esos libros de aprendizaje “para Dummies” que presentan guías sencillas para inexpertos o lectores nuevos en diversos temas enfatizando “que no son literalmente para tontos”. Y así, me sentía cuando intentaba comprender que un electrón sin entrar por una puerta, se encontraba en el otro lado y, a su vez, no estaba. Aquellos ejemplos para mí no tenían lógica alguna hasta que, afortunadamente, accedí al vídeo de Alberto Casas, investigador del CSIC en el Instituto de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Madrid.

Comienza: “Hace siglos la percepción que existía con la Tierra es que era plana. Sucede que la percepción es, en gran medida, una ilusión óptica. Es decir, nos brinda una falsa apariencia de la auténtica realidad. Seguramente, la teoría científica que nos ha desvelado los aspectos más insólitos de la realidad es la teoría cuántica. La más exitosa y la que choca con nuestro sentido común, lo que la hace tan difícil de entender, pero también lo que la hace tan fascinante”.

Concluye: “Los seres vivos que hemos perdido podrían seguir vivos en otras ramas cuánticas y nosotros disfrutando de su compañía” y es que “La realidad que conocemos es una apariencia que viene determinada por nuestros sentidos limitados…”

            

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