jueves, 29 de diciembre de 2016

El Padrino III, culpa y expiación de los pecados de Mark Corleone (3)

La tercera película de la trilogía nos presenta “una casualidad” por la que Mikael Corleone se entrevista con el cardenal Lamberto, el futuro Papa Juan Pablo Pablo I, al que considera que está limpio de las intrigas del Vaticano. Siente una conexión con este sacerdote y ante la invitación de “este auténtico hombre de Dios” se decide a confesar sus peores pecados. Lamberto considera que sus pecados son terribles y que su sufrimiento es justo, pero también siente que Michael está verdaderamente arrepentido y le da la absolución.



El film comienza, por tercera vez, con una celebración en donde Michael es galardonado por sus donaciones a la Iglesia Católica. En realidad es solo un intento de legitimar los negocios de la familia Corleone, habiendo vendido anteriormente todos sus casinos. Desea blanquear sus negocios para asentar el futuro de sus hijos y alejarles del mundo del hampa.

Su exmujer/Kay/Diane Keaton, acude a la celebración tratando de persuadir a Michael para que permita que Anthony, el hijo de ambos, desarrolle su vocación musical (canto) y abandone la carrera de derecho. Michael, al principio se opone, pero reconsidera su actitud y permite que su hijo realice su vocación. En el encuentro con su ex, ella le reprocha “te temía” y él la explica que todo lo hizo para “salvar a la familia”. Ambos se conceden cierta tregua y más adelante reconocen ambos “su amor” imposible.

Durante la celebración aparece su sobrino Vincent/Andy García (hijo de su hermano Sonny) que tiene el mismo carácter impulsivo que tenía su padre y que contrasta con la frialdad, serenidad y racionalidad de su tío Michael. En la fiesta se hace evidente la atracción entre Vincent y Mary (su prima e hija de Michael). Éste toma a Vincent como su protegido y le permite ser su guardaespaldas personal.


Vincent es un auténtico Corleone: venganza, honor, agallas, respeto por la familia. Es el único que podría dirigir un fabuloso patrimonio y hacerse respetar en el mundo de lobos de las finanzas.

Michael revela su interés en adquirir la compañía europea International Immobiliare para finalizar con el proceso de legitimación de los negocios de la familia. Don Licio Lucchesi y Fredrick Keinzig se oponen y obstaculizan el trato con la ayuda encubierta del arzobispo Gilday, a quien Michael considera como su socio. Además, es presionado por los cabecillas de otras familias criminales, quienes desean participar en la futura transacción entre la familia Corleone y el Vaticano.

Se establece un encuentro entre las diferentes familias para llegar a un acuerdo y en esta reunión comienzan a disparar desde un helicóptero. Michael logra huir ileso del atentado, pero los demás Dones resultan muertos en el ataque. Michael sufre un ataque diabético e ingresa en el hospital. Mientras tanto, Vincent se ha encargado de ajustar cuentas. En el mismo hospital se enfada que sin contar con él haya decidido tomar venganza y le hace saber que conoce y desaprueba su relación con Mary, hecho que nunca consentiría mientras él estuviera con vida. “Es demasiado peligroso para ella, ellos (los asesinos) van a por lo que más quieres”.


Kay lo visita en el hospital y le informa que Anthony va a realizar su debut operístico en Sicilia. Michael viaja a la región italiana para presenciar la obra en donde su hijo canta, y para consultar con su viejo amigo y confidente, Don Tommasino. A través de Don Tommasino se entrevista con el futuro Papa, al cual asesinarán con un té envenenado (supuestamente ordenado por el arzopisbo Gilday).

Don Tommasino es asesinado por un mercenario siciliano que Don Altobello contrató para eliminar a Michael. Vincent se presenta ante Michael, requiriendo la orden de matar a Altobello (para lo cual le indica que se infiltre en su círculo usando de excusa su prohibida relación con Mary). Exhausto, Michael le entrega el título de Don a Vincent bajo la condición que termine su relación sentimental con Mary, no sin mencionar que es el precio que debe pagar por la vida que elige. Vincent acepta (a pesar de querer realmente a Mary, tratando de protegerla y cumplir la palabra dada a su tío) y Michael proclama a Vincent como el nuevo Don de la famiglia Corleone.


Mientras están en la ópera, un matón es contratado para acabar con Michael y al disparar la bala impacta en el pecho de Mary, dándola muerte. Aquí es un auténtico lujazo contemplar el grito desgarrador de Michael ante la presencia de la hija muerta.


Vincent se encarga de ajustar cuentas a todos y la película termina con un viejo Michael Corleone sentado en una silla, en la más completa soledad y cayendo al suelo muerto de forma natural, al igual que ocurrió con su padre cuando jugaba con el nieto.


Coppola advierte que la saga de El padrino está basada, esencialmente, en la vida de Michael Corleone, una historia de cómo "un buen hombre se vuelve malvado".

La película incluye, en su trama, acontecimientos basados en hechos reales, como la misteriosa muerte del Papa Juan Pablo I y el escándalo del banco papal de 1981-1982.

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