jueves, 15 de diciembre de 2016

Los espíritus en siete películas que me cautivaron

Soy un tipo que se debate entre la fe y la lógica. Siento que me pasa como al apóstol Tomás al que se le anuncia la resurrección de Jesús y se niega a admitirla: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y meto mi mano en su costado, no creeré." Ocho días después, Tomás toca con sus propias manos las heridas de Jesús en las manos y en su costado. Jesús le recrimina haber necesitado ver para creer”.


Sucede que estoy harto de videntes, supercherías y vividores Sin embargo, siempre he considerado que Dios existe, aunque escriba con renglones torcidos y humanamente no sea capaz de comprender la permisividad con el libre albedrio de los malhechores.


Hace tiempo un vidente famoso (hablé de él sin mencionar su nombre en un comentario realizado en este blog y que titulaba ‘Una visita a la Santina para pedir su protección’ nos anunció a mi mujer y a mí que nuestro hijo fallecido se nos aparecerá para transmitirnos que “se encontraba bien en otro plano”, ha recibido permiso de entidades superiores y “tú, tratarás de tocarle para corroborar que no es una ilusión”, añadió.

Sé que es fácil considerar que vendernos esta ilusión a unos padres que han perdido a su hijo es tarea sencilla. Sin embargo, nos brindó palabras y gestos que solo utilizaba el niño y tenemos la sensación, a veces, de su presencia y algunos ejemplos lo constatan, como el sonido de unas llaves que estaban encima de la encimera de la cocina y ambos oímos. En sueños nos ha transmitido mensajes que, luego, se han cumplido, etc.

Ahora bien, no todo está tan claro - para nuestro pesar - los asuntos casi nunca han salido tal y cómo esperábamos. Al contrario, hemos de hartarnos de paciencia para continuar el camino y la tarea es muy complicada.

Es posible que solo con la fe se deba buscar a Dios y yo lo hago por los dos caminos: fe y razón. La fe, sin razón puede degenerar en el fanatismo y la razón sin fe, en una estrechez intelectual que niega a priori la posibilidad de considerar algo más que lo que experimentan nuestros sentidos.

Pensando en “nuestro ángel” han llegado a la mente un montón de películas que me encantaron porque hablaban de sentimientos humanos, profundamente humanos y ofreciendo la maravillosa posibilidad que haya vida más allá de la muerte. Un deseo ante el temor que “todo acabe aquí” y si, por supuesto, la idea de” una vida más allá de la vida” genera dinero; no por eso, es menos cierta. Así, el sol y el agua generan riquezas a algunos particulares y nadie niega su existencia.

El Resplandor (1980)

Jack Torrance se traslada con su mujer y su hijo de siete años al impresionante hotel Overlook, en Colorado, para encargarse del mantenimiento de las instalaciones durante la temporada invernal, época en la que permanece cerrado y aislado por la nieve. Su objetivo es encontrar paz y sosiego para escribir una novela. Sin embargo, poco después de su llegada al hotel, al mismo tiempo que Jack empieza a padecer inquietantes trastornos de personalidad, se suceden extraños y espeluznantes fenómenos paranormales.

Ghost (1990)

Una pareja de enamorados ve truncada su felicidad cuando él es asesinado por un ladrón. La necesidad de salvar la vida a la chica hace que él permanezca en la Tierra en forma de fantasma e intente advertirla del peligro que corre. Su único medio de comunicación es una alocada vidente.



Casper (1995)

La señora Crittenden (Cathy Moriarty) contrata al doctor Harvey (BIll Pullman) para que libere su mansión de los cuatro fantasmas que la habitan. Látigo, Tufo y Gordy no toleran a los mortales dentro de la casa y su negro sentido del humor ahuyenta a los más audaces. Su sobrino Casper, en cambio, es un joven amistoso que está harto de sus tíos. Harvey se presenta en la mansión con su hija Kat (Christina Ricci), una soñadora adolescente. Ella y Casper simpatizan inmediatamente, a pesar de que tienen problemas para relacionarse. De Casper huye todo el mundo porque es un fantasma; de Kat también, en cuanto se enteran de la profesión de su padre. El fantasma y la chica son dos almas gemelas que viven en continuo conflicto con sus respectivos parientes.


Más allá de los sueños (1998)

Tras la muerte de sus dos hijos, el doctor Chris Nielson y su esposa Annie, continúan su vida a duras penas. Chris también muere en un accidente de coche y, cuando llega al cielo, conoce a Albert, que le muestra lo maravillosa que es la vida en el Más Allá. Mientras tanto, la soledad sume a Annie en una locura que la aleja cada vez más de la vida.


El sexto sentido (1999)

El doctor Malcom Crowe es un conocido psicólogo infantil de Philadelphia que vive obsesionado por el doloroso recuerdo de un joven paciente desequilibrado al que fue incapaz de ayudar. Cuando conoce a Cole Sear, un aterrorizado y confuso niño de ocho años que necesita tratamiento, ve que se le presenta la oportunidad de redimirse haciendo todo lo posible por ayudarlo. Sin embargo, el doctor Crowe no está preparado para conocer la terrible verdad acerca del don sobrenatural de su paciente: recibe visitas no deseadas de espíritus atormentados.

El sexto sentido es sinónimo de intuición y, también, puede referirse a percepción extrasensorial. Esta percepción incluiría la capacidad de ver fantasmas o “apariciones” de supuestos espíritus o almas desencarnadas de seres muertos que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible (por ejemplo, tomando una apariencia visible, produciendo sonidos o aromas o desplazando objetos – poltergeist-), principalmente en lugares que frecuentaban en vida.


Los Otros (2001)

Isla de Jersey, 1945. La Segunda Guerra Mundial ha terminado, pero el marido de Grace (Nicole Kidman) no vuelve. Sola en un aislado caserón victoriano, educa a sus hijos dentro de rígidas normas religiosas. Los niños sufren una extraña enfermedad: no pueden recibir directamente la luz del día. Los tres nuevos sirvientes que se incorporan a la vida familiar deben aprender una regla vital: la casa estará siempre en penumbra, y nunca se abrirá una puerta si no se ha cerrado la anterior.


El Orfanato (2007)

Laura se instala con su familia en el orfanato en el que creció de niña. Su propósito es abrir una residencia para niños discapacitados. El ambiente del viejo caserón despierta la imaginación de su hijo, que empieza a dejarse arrastrar por la fantasía. Los juegos del niño inquietan cada vez más a Laura, que empieza a sospechar que en la casa hay algo que amenaza su familia.



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