miércoles, 28 de diciembre de 2016

Los Corleone, unos mafiosos con causa (1)

En estas Navidades he vuelto a contemplar la trilogía de ‘El Padrino’ y todavía me cautiva como la primera vez. La película plantea, entre otros asuntos más importantes, una diferencia entre criminales natos y asesinos con causa -si es que puede haberlos -. Estos últimos representan a la familia Corleone que desde la posición social de marginados consiguen salir de la miseria “cueste lo que cueste”, pero siempre con ciertos rasgos de paternalismo, palabra y honor. Recuerdo la escena en la que  Michael Corleone/Al Pacino (en 'El PadrinoIII), que conoce y trafica en el ambiente turbio del Vaticano, al conocer al  Cardenal Lamberto, futuro Papa bajo el nombre de Papa Juan Pablo I, en una confidencia expresa: “Es un auténtico hombre de Dios por eso intentarán matarlo”. Unos mafiosos que, alcanzado el éxito en los negocios, tratarán de blanquear su imagen y formar parte ya del “poder institucionalizado”. Ahora, los intereses se defenderán prioritariamente a través de las leyes y apartando la violencia como último recurso. En una de las frases de este mítico film se expresa: “un abogado con su maleta puede robar más que cien hombres armados”.


‘El padrino’ es la trilogía formada por El Padrino I, El Padrino II y El Padrino III y fueron dirigidas por Francis Ford Coppola y escritas por él mismo junto con el escritor italoestadounidense Mario Puzo. Coppola quiso realizar una adaptación al cine de la novela de Mario Puzo que tuvo un gran éxito en su lanzamiento y la productora Paramount Pictures compró los derechos de la novela y confiaron en Coppola junto con Mario Puzo para la adaptación al cine de la novela, pero siempre fiel al texto original. La primera cinta logró tres óscar, la segunda seis y la tercera  obtuvo siete nominaciones sin conseguir la famosa estatuilla.

El Padrino 1 (1972)

La historia comienza con la celebración de la boda de la hija de Don Vito Corleone/Marlon Brando, jefe de una de las cinco familias que ejercen el mando de la Cosa Nostra en la ciudad de Nueva York. La tradición siciliana asume que en una fecha tan señalada  el cabeza de familia debe atender las peticiones de sus invitados/amigos. Don Vito es visitado por Amerigo Bonasera quien le solicita ayuda para vengar un ataque a su hija que fue herida y desfigurada por su novio y un amigo de éste, al haberse negado a sostener relaciones sexuales, tras no conseguir que los dos individuos fueran sentenciados por las vías legales. Bonasera le ofrece dinero a Don Vito para que los mate, pero este se niega, ya que su hija no está muerta, por lo que toma su petición como una falta de respeto. Alega que él y su familia no son asesinos a sueldo y le recuerda que en los tiempos en que eran amigos, y que cuando él empezó a vincularse con asuntos ilegales, Amerigo Bonasera eludió su contacto, a pesar de que la esposa de Don Vito era la madrina de su hija.

Aquí aparecen “los vínculos de amistad” como un segundo escalón al “vínculo de sangre” que conforman “La Familia”. Nadie debe olvidar dichos vínculos pues en ellos se basa la seguridad de todos y, por supuesto, la Familia tiene una cabeza de familia/líder al que hay que respetar.

Finalmente, Amerigo Bonasera le expone su respeto y besa la mano de Don Vito y lo llama Padrino (la figura del padrino en un bautizo representa que asumirá el cargo o la responsabilidad del recién nacido si mueren sus padres).


Don Vito queda satisfecho y dice a Amerigo Bonasera que está en deuda con él y que algún día, "y puede que ese día nunca llegue" podría solicitarle un favor a cambio de ese, a lo que no podría negarse en razón de su amistad y como pago del mismo. Don Vito manda a Peter Clemenza a golpear a los jóvenes porque sería injusto matarlos. Es decir, trata de hacer justicia ordenando una sentencia que equilibra el daño causado.

A la fiesta acude también un famoso cantante ahijado de la familia que solicita al padrino le consiga el papel protagonista en una película de Hollywood que el productor se niega a darle. Corleone envía a California al abogado de la familia y consigliere  para hablar con el productor y “hacerle una oferta que no podrá rechazar”. Muy representativa y violenta la escena de la cabeza degollada del caballo entre las sábanas de la cama del productor.


La familia Tattaglia, desea que los Corleone se impliquen en el negocio de la droga pero  Don Vito se niega, pues opina que sus contactos en la política no podrían hacer la vista gorda ante la droga del mismo modo que la hacían con el juego o la prostitución.

Un día, Don Vito sale de su oficina con su hijo Fredo y se dispone a comprar fruta. Dos sicarios de la familia Tattaglia disparan cinco tiros a Don Vito. Tras el atentado, el Padrino es llevado al hospital, gravemente herido. Su hijo Sonny toma las riendas de la familia y ordena matar al guardaespaldas del Don Vito, que se vendió a los Tattaglia, ya que no acudió a su puesto el día del atentado con la excusa de estar enfermo.

Michael, hermano de Sonny, va a visitar a su padre que está gravemente herido en el hospital y se da cuenta que Don Vito está desprotegido cuando se suponía que debía estar vigilado, ya que el capitán de la Policía ha echado a los guardaespaldas del hospital. McCluskey es un policía corrupto que golpea a Michael/Al Pacino tras recriminarle por qué dejó sin vigilancia policial a su padre. Finalmente, el consiglieri llega con detectives privados y resuelve la situación.

El intento de asesinato del padre modifica la actitud de Michael/Al Pacino, el único hijo que no deseaba implicarse en los negocios sucios de la familia. Y la frase: “Cada hombre tiene su propio destino” resumiría el cambio de actitud y vida que se origina en el hijo menor.  Aquí aparece la famosa escena en la que Michael comete su primer asesinato cuando Clemenza ha escondido una pistola en la cisterna del retrete del restaurante y da muerte al Turco y al policía corrupto.


Su hermano Sonny le aconseja que huya a Sicilia pues tomarán venganza. Escapa a Italia y reconoce los orígenes de su familia, sus raíces. Antes era un ciudadano americano de Nueva York. Ahora, la sangre y la mentalidad siciliana comienza a fluir por sus venas. Allí se casa con una bella siciliana a la que asesinarán por la traición de uno de los guardaespaldas que coloca una bomba en el coche de Michael, pensando que él iba a conducirlo y no ella.


Tras la mejora del Don, después de haber sido malherido, convoca una reunión con las Cinco Familias, en donde expone que, a pesar de que sabe que el asesino de su hijo se encuentra entre los presentes, renuncia a vengar la muerte de Sonny, reclama el regreso a salvo de Michael y cede su protección política y policial para cubrir el tráfico de drogas, que se acuerda realizar restringido y "con honor"; el abrazo entre Philip Tattaglia y Vito Corleone, auspiciado por Barzini, representa la paz.

Michael vuelve a Estados Unidos y, apoyado por su padre, toma las riendas de la familia. Don Vito se convierte en su consejero y le advierte de que después de su muerte, Barzini intentará acabar con él (Michael) en una reunión: el traidor será aquél de su entorno que le haga saber su deseo de mantener dicha entrevista y le garantice su seguridad. Michael jura a su padre vengar la muerte de Sonny pero habrá que esperar.

Don Vito se ha retirado a una casa de campo para convivir con los hijos de Michael y finalmente muere de un infarto en su propio hogar. A la muerte de Don Vito, Michael acaba con todos sus rivales y se ha erigido como el nuevo jerarca de la Familia y de las respectivas familias que integran La Casa Nostra en Estados Unidos.

En Michael, todas las situaciones vividas van condicionando su aspecto físico, mental y espiritual y, sin embargo, a pesar de ser un asesino es todavía una buena persona a la que todos temen, incluso su mujer.


                                                  En la boda de su hermana Conny


                                                    Al concluir 'El Padrino I'

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