viernes, 23 de septiembre de 2016

Adelaida García Morales y el personaje de Agustín

Hoy he leído que la escritora Elvira Navarro ha publicado ‘Los últimos días de Adelaida García Morales’ y han venido a mi memoria, en ese momento, la película ‘El Sur’ y ‘El laberinto de las sirenas’. Acerca de la película ya realicé un comentario en mi blog y sé que cuando leí ‘El silencio de las sirenas’ me cautivó ese intimismo y universo femenino que mostraba  en sus páginas. En ambos relatos aparecían Las Alpujarras y el personaje de Agustín.


Elvira Navarro ha publicado ‘Los últimos días de Adelaida García Morales’. Se trata de un relato, en clave de ficción, de las jornadas que precedieron a la muerte de la escritora. Poco antes de su muerte, García Morales acudió a una delegación de Igualdad pidiendo cincuenta euros para poder visitar a su hijo en Madrid. Inspirándose en esta anécdota “real” o “ficticia” la novela denuncia, entre otros temas, el tratamiento que las instituciones/poder dan a los expulsados del Paraíso y el olvido por parte de la comunidad intelectual. No se trata tampoco de una denuncia feminista porque aunque las narraciones de Adelaida mostraran una profunda sensibilidad femenina es solo un espejo del por qué una persona puede pasar del éxito al fracaso. ¿Qué circunstancias se dieron? De hecho, el personaje de la concejala es el del “político”, no es retratado por razón de su sexo.

 
La concejala (de ficción) que atiende a la escritora no sabe quién es Adelaida García Morales, “hace años que apenas lee” y solo la interesa el rédito político que la otorgue “salir en la foto”, el problema personal y social la trae sin cuidado.

El talento literario de la escritora Adelaida García Morales es conocido a través de la película ‘El Sur’ dirigida por Víctor Erice, su entonces pareja. Su relato había servido de inspiración al filme, y el éxito de la cinta dio a García Morales la posibilidad de publicarlo en la editorial Anagrama. Pocos meses después, su novela 'El silencio de las sirenas' ganó el premio Herralde y también el Premio Ícaro por (instituido por el Diario 16), logrando, a través de muchas ediciones vendidas, el reconocimiento nacional e internacional.

El silencio de las sirenas (1985)

La historia de la novela (dedicada a Víctor) transcurre en las Alpujarras, un espacio geográfico de gran belleza natural, situado entre las provincias andaluzas de Granada y Almería en España. Adelaida García Morales vivió, retirada, durante cinco años en una de las aldeas.


La sinopsis del libro señala: "Me siento subida a una extraña plataforma aérea, lanzada ya hacia la muerte. Y tú, Agustín, me destruyes. Mira cómo me haces enfermar: débil por ti, enloquecida por ti, que sólo me das tu silencio. Pero ya he aprendido a escuchar tu voz sin que me hables, y eso es lo peor. Pues ahora sé que tu silencio no es silencio, ni tu indiferencia, indiferencia. O quizá sólo sea mi esperanza disparatada que me hace inventar un fantasma, tú, con los sentimientos que deseo."

El silencio de las sirenas, ilustra la reacción de Ulises, que se tapa los oídos para no escuchar el canto/llamada de las sirenas. La autora trata en la novela temas tan diversos como la muerte, el hipnotismo, la reencarnación, la fantasía, lo sobrenatural o la fatalidad del amor romántico. Utiliza unos referentes culturales claves para entender la historia que aparece al inicio de la obra, representada en los objetos que Elsa lega a María tras su muerte.

El silencio de las sirenas es una obra breve que narra el delirio de la protagonista, una mujer enamorada de Agustín Valdés, un hombre que vive en Barcelona. Elsa crea una historia amorosa propia que crece en su interior imaginando un amante que no es real. María, una maestra que da clases en la aldea en la que vive Elsa, es la narradora de esta historia que finaliza en tragedia, un amor imposible que matará a la protagonista.

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