viernes, 5 de junio de 2015

Kiseki, milagro en un cruce de trenes

Kiseki (Milagro 2011) es una película japonesa dirigida por Hirokazu Koreeday, cuyo argumento gira en torno dos hermanos que viven separados tras el divorcio de sus padres. El día que se inaugure la nueva línea troncal de alta velocidad (shinkansen) que irá hacia el Sur desde Hakata, y hacia el Norte desde Kagoshima se cumplirá el milagro. Dicen que basta con estar ahí en el momento en que los dos trenes se crucen para que un deseo se haga realidad.


Koichi, de 12 años, necesita un milagro. Su hermano pequeño vive lejos y quiere que vuelvan a ser una familia. Sus padres se han divorciado: Koichi vive con su madre y sus abuelos en Kagoshima, mientras que su padre y su hermano están en Fukuoka. Los dos hermanos traman un plan en el que deben participar amigos, parientes y las personas que les rodean. Esperan que haya un milagro.

Un buen día, Koichi se entera de que la nueva línea del “shinkansen” (tren bala) entre Kagoshima y Hakata está a punto de abrirse y que “el día de la inauguración, si se está ahí en el momento en que el “shinkansen” Tsubame y el “shinkansen” Sakura se crucen a 250 kilómetros por hora, habrá un milagro. Surgirá una tremenda cantidad de energía y se cumplirá cualquier deseo”.


                                                                    Hermanos  

Es exactamente lo que Koichi necesita. Comprueba el mapa con dos compañeros de colegio, Makoto y Tasuku, y descubren que los trenes se cruzarán en Kumamoto. Koichi llama a Ryunosuke para contarle la buena noticia, pero el hermano pequeño no parece tan entusiasta. Al contrario que Koichi, no echa de menos la vida familiar en Osaka, ya tiene buenos amigos y además ayuda en la puerta de los locales donde toca su padre. Repite a todo el mundo que quiera oírle que “Mi hermano y yo estamos conectados por una cuerda invisible, no importa que estemos separados”. Pero su compañera y amiga Megumi sabe por experiencia que no es así: “Le olvidarás y él te olvidará si no os veis, aunque seáis hermanos”.

Los adultos también están entusiasmados con la inauguración de la nueva línea, y el hogar de Koichi se ha convertido en centro de reunión para hablar de la posible reapertura de las tiendas de la calle. El mejor amigo de su abuelo, el Señor Yamamoto, y otros jubilados hablan y sueñan con “milagros” que traerán dinero al barrio. El abuelo de Koichi incluso está pensando en reabrir la tienda.

Los amigos de cada uno de los niños buscarán la forma de financiarse el viaje hasta Kumamoto, donde se cruzan los trenes. Todos quieren que se cumplan sus deseos. Ser actriz, dibujar bien, que no se muera su mascota, casarse con la simpática bibliotecaria del colegio (o en su defecto con la enfermera, también muy simpática y guapa), correr más,… que la familia se reuna de nuevo para estar los cuatro juntos.


                                                              Grupo de amigos

Japón fue el país pionero de la alta velocidad ferroviaria con la inauguración en 1964 de la Tokaido Shinkansen. En occidente se cree que Shinkansen significa “tren bala”. No es así. Es el nombre de la línea ferroviaria y no de los trenes. Y significa “gran línea troncal”. Esencialmente, la idea es que la red Shinkansen ejerza su misión de comunicación rápida, de alta velocidad, con servicios entre grandes ciudades, mientras de estas se ramifican líneas de servicios regionales y cercanías. Las líneas Shinkansen tienen básicamente un despliegue norte-sur, siguiendo la dirección del archipiélago japonés.


                                                      Regionales

Las líneas Shinkansen se construyen con abundancia de túneles y viaductos elevados para permitir el mantenimiento constante de las altas velocidades. Y esto causará problemas a los niños protagonistas de la historia.

Pero no todo el interés ferroviario de la película está en las líneas de alta velocidad, sino que también las líneas secundarias y las líneas regionales y de cercanías tienen su momento de protagonismo. Uno de los hitos de la película es cuando los niños consiguen el dinero para coger los trenes que les llevarán hasta el punto medio de la línea, donde se cruzan los trenes, en Kumamoto.

Los “milagros” a los que a la larga se refiere el título de la película no son tanto los milagros espectaculares que esperamos a veces en la vida, sino lo que son resultado del esfuerzo, las relaciones y la actitud positiva. En general, es una película entrañable y muy divertida.


                                             Dibujar bien una y muchas experiencias

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