miércoles, 13 de abril de 2016

‘Ustedes son formidables’, la caridad como freno a la miseria

Recuerdo que en mi casa se escuchaba la radio, como en la mayoría de los hogares españoles, en un aparato que era el centro del altar antes que apareciera la televisión. La memoria me retrotrae a un programa solidario por y para los pobres ‘Ustedes son formidables’.


El programa comenzaba así: “La sociedad española de radiodifusión presenta a (una pequeña pausa) Alberto Oliveras en ‘Ustedes son formidables’.

Luego presentaba al equipo de realización, coordinación y aparecía la entradilla con el tema a tratar. Ejemplo: unos niños piden un marcapasos para salvar la vida de su madre. Las donaciones de los oyentes contribuyen para comprarlo y un médico se ofrece para colocarlo a la mujer. “ En estos momentos, la mujer se dirige a la clínica donde se la va instalar este marcapasos”.

El espacio de la cadena SER, presentado por Alberto Oliveras, se emitió los miércoles por la noche entre 1960 y 1977. Basado en un formato francés que Alberto Oliveras trajo de París, el espacio era un instrumento para apelar a la solidaridad ciudadana ante situaciones dramáticas, cotidianas o excepcionales, que el programa presentaba desde una perspectiva humana en cada una de sus emisiones. Contaba con el patrocinio de la marca Gallina Blanca y la sintonía del programa era la sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvořák. Obtuvo el galardón del Premio Ondas de la radio en 1970.


Alberto Oliveras fue pionero del periodismo solidario en España y a través del programa conoció la labor altruista de Vicente Ferrer en La India llegando a ser amigo personal y colaborador permanente con la Fundación Vicente Ferrer.


El programa estaba cargado de sensiblería y paternalismo, aunque solucionara algunos o bastantes problemas. En la época franquista la injusticia social - como ahora -  se tapaba con la caridad. En una España que salía de la posguerra, las personas eran muy solidarias y sensibles a todo tipo de miserias. La radio llegaba al corazón y a las conciencias de los oyentes que daban lo que podían para ayudar al prójimo.Sin embargo, esa especie de ONG cristiana no postulaba las auténticas razones de la injusticia social, pero un hombre de voz especial, cálida y sugerente nos llamaba a SER FORMIDABLES.

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