jueves, 3 de septiembre de 2015

Un rebelde con causa, Ramón J. Sender

Ramón J. Sender Garcés (Huesca.1901-San Diego-EE.UU.1982). Enfrentado desde muy joven a la figura paterna se traslada a Madrid con diecisiete años sin ningún recurso económico. Duerme en un banco del Retiro, se coloca de mancebo en una botica y comienza a interesarse vivamente por la literatura, elaborando artículos y cuentos. Se matricula en Filosofía y Letras pero abandona la carrera porque no le aporta nada nuevo. Decide ser autodidacta y lee vorazmente a la vez que descubre su vocación política junto a obreros anarquistas.



A los 21 años le obligan a incorporarse al ejército y vive en el año 1922 la experiencia de la guerra de Marruecos. Una vez libre del servicio militar ingresa en el diario El Sol, ya era un periodista cotizado y gracias a su paso por África escribe su primera novela ‘Imán’, basada en la guerra de Marruecos y traducida a varios idiomas. Sigue militando en el anarquismo y escribiendo en sus periódicos lo que le acarrea la cárcel por sus actividades contra el general Miguel Primo de Rivera.

Comienza la guerra en España y le sorprende en el bando fascista. Deja a su mujer e hijos en zona franquista, pues su mujer y familia son muy conservadores y no han de temer nada. Sender atraviesa el frente y se incorpora a una columna republicana sin sospechar que fusilarían a su mujer al no conseguir atraparle a él.

Luchó junto a las tropas anarquistas de la CNT y, tras pasar por un campo de concentración, acabada la guerra se embarcó hacia México para en 1942 recalar en Estados Unidos donde fue profesor de literatura.

Sus primeras novelas sostienen su ideología revolucionaria destacando ‘Viaje a la aldea del crimen’ (1935) sobre la represión gubernamental contra los jornaleros libertarios de Casas Viejas y ‘Mister Witt en el cantón’ (1935) sobre el movimiento cantonalista de Cartagena. Esta obra logró el Premio Nacional de Literatura.

Al tema de la guerra civil española en paralelismo con su propia vida dedica su mejor novela: 'Réquiem por un campesino español' junto a ‘Crónica del alba’ que es en su conjunto una novela autobiográfica que comienza con la descripción de la infancia del protagonista, José Garcés, en un pueblo aragonés de la España de la preguerra, donde conoce al amor de su vida, Valentina, amor que estorban como pueden los padres de ella, de estrechos criterios burgueses y provincianos. Encontramos también en la novela: la amistad del muchacho con un cura sencillo, afable y sabio, el descubrimiento de la importancia de la religión, el trabajo como mancebo en una botica y el descubrimiento de las injusticias sociales para concluir con el estallido de la guerra. Esta novela fue llevada al cine.




En los últimos años se dedicó a la novela histórica y a los relatos satíricos. En 1969 obtiene un gran éxito con ‘La Tesis de Nancy’ cuya comicidad deriva del contraste entre la mentalidad y costumbres estadounidenses y las españolas.

Tras la publicación oficial de la amnistía en España, J R Sender solicitó desde San Diego (California) recuperar la nacionalidad española y renunciar a su nacionalidad estadounidense. Sin embargo, concluyó su vida en los Estados Unidos en 1982.

Réquiem por un campesino español

Originalmente apareció bajo el título de Mosén Millán (México.1953) y adquirió su nombre actual en 1960. La novela representa las dos Españas de Machado, esas dos ideologías/intereses enfrentados en un conflicto bélico.

El narrador es Mosén Millán, el párroco del pueblo que nos rememora por  etapas la vida de Paco, nuestro protagonista. Va recordando una serie de acontecimientos que van desde su niñez hasta su muerte, de la que, en gran parte, es responsable. Una delación de las muchas que hubo en España. Se van escuchando los testimonios de otros personajes y aparece una crítica al papel de la Iglesia que se limita a predicar resignación frente a las injusticias de los ricos y toma partido por los poderosos.


Arturo Pérez Reverte citaba en un artículo escrito en el año 2002: “Le debo muchos ratos de feliz lectura a ese oscense que tuvo la desgracia de nacer aquí, de ser exiliado de izquierdas para unos e ir demasiado a su aire para otros, díscolo y aragonés, malquerido al fin y ninguneado por casi todos. Primero anarquista, después comunista y al final fugitivo de sí mismo, perdió una guerra civil, una mujer fusilada, unos hijos abandonados, una patria y casi todas las ilusiones, salvo la de escribir -a veces demasiado- contando historias hasta el final de sus días. Historias que lo explicaban a él y a la atormentada piel de toro española, turbia y homicida, cuna de Caín, que tan a fondo conoció. Su centenario pasó sin pena ni gloria, salvo  honrosas excepciones, perdida la ocasión para reivindicar seriamente su obra. Y Ramón J. Sender, uno de los poquísimos grandes novelistas españoles del siglo XX, vuelve a sumirse en esa zona gris, intermedia, difusa, del desdén y del olvido. 

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