martes, 7 de abril de 2015

Esperanza Aguirre, la condesa castiza y PoPular



Julio Anguita estableció un paralelismo acertado entre el personaje de Esperanza Aguirre e Isabel de Borbón y Borbón que fue infanta de España. Su naturalidad la facilitaba para contactar con el pueblo que la apodó como “La Chata” debido a su pequeña nariz. La gustaban los toros, las verbenas, aunque “no olvidemos siempre fue infanta de España”.








Esperanza se proclama liberal, aunque sus oponentes políticos dentro del PP la encuadran dentro de las tendencias más conservadoras. A ella la encantaría ser la Margaret Thatcher española para apoyar la privatización de empresas estatales, la educación y los medios de ayuda social. La única pega es que la bandera rojigualda no tiene el caché de lo british.



En septiembre de 2012 anunció su retirada de la vida política, pero ha regresado para “salvar la democracia (corrupta) tal como la conocemos”. Y es que esta mujer parece  la protagonista de una canción ranchera: “Y estás que te vas…y te vas… y aún no te has ido…”.

Sin embargo, su verborrea regeneradora se debe enfrentar a los siguientes casos:

1. Accede a la jefatura de servicio de Publicidad de Turismo de la Secretaría de Estado de  Turismo en un periodo en que un tío suyo, Iganio Aguirre Borrell, era Secretario de Estado de Turismo.

2. El famoso Tamayazo. No se consumó un gobierno bipartito de izquierdas en la Comunidad de Madrid debido a dos tránsfugas del PSOE, Eduardo Tamayo y María Teresa Sanz, que pasaron al grupo mixto. Este cambio de chaqueta en el momento de las votaciones fue investigado en una comisión de investigación y se sabe de las conexiones de promotores inmobiliarios con el responsable de las finanzas del PP en la Comunidad de Madrid. El diario Público reveló que Esperanza Aguirre había financiado de forma irregular su campaña electoral del 2003 y 2004 con donaciones de empresarios que contrataban con el gobierno del PP y a los que su gobierno posteriormente adjudicaría más de 200 contratos, la mayoría de forma directa.



3. La denuncia del proceso de privatización de la Sanidad madrileña, por haber sido entregada la gestión de cuatro hospitales públicos y de los centros de salud del Área Sanitaria 14 de Madrid a la empresa privada Capio Sanidad. En esta empresa tenía intereses el marido de Cospedal.

4. El gobierno de Aguirre se ha visto envuelto en investigaciones y acusaciones en torno a casos de espionaje presuntamente realizado por empleados de seguridad de la Comunidad de Madrid sobre miembros del mismo gobierno, el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo y el ex vicepresidente y ex consejero regional Alfredo Prada, acusaciones publicadas en El País.



5.Un escándalo de recalificación de terrenos en Villanueva de cañada, en donde unos tíos maternos de Esperanza Aguirre ganan dos millones de euros en seis años gracias a dicha recalificación ordenada por un director general de urbanismo, nombrado por Aguirre.



 6. El Caso Gürtel donde el Partido Popular se ha visto implicado en un escándalo que afecta a municipios de Valencia y de la Comunidad de Madrid. Un imputado de la trama, Alberto Lopez Viejo, colaboraba con Esperanza Aguirre ya en el Ayuntamiento de Madrid, desde donde la presidenta  lo llevó al gobierno de la Comunidad, nombrándolo viceconsejero de presidencia y consejero de deportes. Descubierto el caso, lo destituye porque ella no sabía, ella no sabía…

6.  Presentó disculpas por haber confiado en su lugarteniente, Francisco Granados tras ser detenido por corrupción junto a otras cincuenta personas, pero ella no sabía, ella no sabía...

Y así, para que no haya más corrupción está preparando unos exámenes para su futuro equipo en el que deben contestar su actitud ante la corrupción. No me imagino a nadie que diga: ¡Yo vengo aquí a robar!. Luego hablan de la demagogia y del populismo de PODEMOS.

Lo más contradictorio es que con ese  feroz anticatalanismo sea contratada en enero de 2013 como consejera de Seeliger y Conde, una empresa catalana de recursos humanos especializada en la selección de directivos. Está claro que los que sacan constantemente banderas: rojigualdas o senyeras tienen intereses comunes. La patria está en sus bocas, pero el dinero en sus cabezas/o dónde esté.

Lo que no cabe duda es que representa la mejor baza electoral del el PP en Madrid. Es como dar el mando unificado del Movimiento a quien simboliza la ideología de los militantes y simpatizantes del Partido Popular. Por contra, también unifica a sus rivales y espanta a los indecisos que se pueden ir a otros partidos como Ciudadanos o PSOE. 



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