Vinieron buscando la nieve española, en concreto los parajes nevados de Soria, y se encontraron con uno de los inviernos más benignos de todos los transcurridos en España.
El productor artístico John Box había elegido nuestro país para el rodaje de ‘Doctor Zhivago’ tras descartar un buen número de candidatas, entre otras Rusia (imposible trabajar allí porque la novela estaba prohibida), Finlandia (la candidata ideal, pero con un frío extremo que hubiera hecho casi imposible la labor de los actores), Yugoslavia (falto de la infraestructura necesaria para una película de esas características). Así que el productor y el director David Lean optaron por las tierras castellanas para representar las estepas rusas. La película se estrenó en 1965 y el tren tuvo un protagonismo especial en el rodaje de esta cinta.
Estación de Soria
Las previsiones meteorológicas eran favorables. El invierno en Soria (al menos en aquella época) dejaba los campos cubiertos con el manto blanco. Sin embargo, los pronósticos fallaron y aquel invierno fue uno de los más suaves de la década. A falta de nieve, hubo que tirar de imaginación. Los especialistas simularon los parajes nevados con toneladas de polvo de mármol y sal y, en los lugares más lejanos, con plásticos blancos. De todas formas, no debió quedar demasiado fino el trabajo porque algunas escenas que requerían gran presencia del manto blanco se volvieron a rodar en Finlandia y se eliminaron muchos de los parajes sorianos de la filmación, para decepción de la ingente cantidad de extras que trabajó en el rodaje.
Más suerte tuvieron las escenas rodadas con el Moncayo de fondo, que pretendían simular los Urales, o las tomas hechas en los parajes nevados de Granada. Sin embargo, en la estación del ferrocarril de Soria, donde se centraba una de las escenas principales, la nieve natural brillaba por su ausencia y hubo que recurrir a los especialistas para solventar el problema.
Cuando comenzó el rodaje, nada hacía presagiar lo que después iba a pasar. A la espera de la llegada de la nieve se comenzó a filmar las primeras escenas en Canillas, un barrio de Madrid, donde se construyó en diez hectáreas de terreno una réplica de Moscú. Incluía una calle de adoquines de 731,5 metros con tranvías, un viaducto de tren, una réplica del Kremlin y cerca de setenta tiendas y casas alrededor de una plaza gigante. La estación de Madrid Delicias también sirvió de escenario para este grandioso film que cosechó cinco oscars (guión adaptado, dirección artística, fotografía, banda sonora original, vestuario).
Y las vías por donde circularon los trenes empleados en la película fueron la Santander-Mediterráneo, en las zonas de Pinares y Campo de Gómara, y la de Soria-Castejón. La productora alquiló tres locomotoras de vapor y sesenta vagones ya desechados del servicio de Renfe, que colaboró desinteresadamente en esta cinta de proyección internacional. Sobre las locomotoras, destaca la imponente ‘Mikado 141.2239’, disfrazada para la ocasión como un tren militar ruso en el que viaja el Coronel Strelnikov.
La película está ambientada durante la revolución rusa y narra la historia de un hombre que tiene que luchar por sobrevivir a los acontecimientos. Yuri Zhivago es un médico amante de la poesía, casado con Tonya (Geraldine Chaplin), pero que no puede olvidar a la bella enfermera Lara (Julie Christie).
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