martes, 21 de abril de 2015

‘Con faldas y a lo loco’ en un compartimento de literas

Some Like It Hot (Con faldas y a lo loco en España) es una película de 1959 rodada en blanco y negro, dirigida por Billy Wilder y protagonizada por Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemmon. El tren es uno de los escenarios elegidos para esta comedia maravillosa.

Dos músicos, Joe (Tony Curtis) y Jerry(Jack Lemmon), presencian la Masacre de San Valentín en Chicago en 1929, hecha por la Mafia. Son perseguidos por los ‘gánsters,’ que quieren deshacerse de estos incómodos testigos y al no tener dinero para huir de Chicago, se disfrazan de mujeres e ingresan en una banda de chicas, pasando a llamarse Josephine y Daphne, ambos tienen que pasar desapercibidos e intentar que no se descubra su verdadera identidad. La banda se dirige a Florida. Joe y Jerry se enamoran de la cantante e intérprete de ukelele, Sugar (Marilyn Monroe), y compiten por llamar su atención, a la vez que luchan para que no se descubra que son hombres. En Florida, el millonario Osgood (Joe E. Brown), se enamora de Daphne/Jerry, mientras Joe adopta una doble personalidad masculina/femenina y se viste imitando a Cary Grant, finge ser millonario para conquistar a Sugar. La Mafia llega a Miami y surgen más problemas.


Travestismo, parodia y transgresión; manipulación de identidades, burla de los films de gángsteres,y utilización de los recursos musicales, incluyendo tres temas cantados por Marilyn Monroe. La película ha sido aclamada como una de las mejores comedias del cine mundial.


Toda la escena del tren plantea la primera crisis de identidad de la pareja masculina, especialmente de Jerry/Daphne, obligado a reprimir un natural instinto sexual, a no traicionar su castidad y descubrir su auténtica personalidad.


Joe/Josephine adquiere el rol de seductor utilizando la vía de la confidencia, de hacerse amiga de Sugar, la solista de la orquesta femenina de Sweet Sue y sus Muchachas Sincopadas, como primer paso a adoptar el carácter de un millonario ocioso, tomando el sol en Florida.


Una de las escenas más brillantes del filme se produce precisamente en el compartimiento de literas donde se alojan las chicas de la banda. Jack Lemmon saluda una por una a todas las mujeres del conjunto que, vestidas con camisones llamativos, se disponen a pasar la noche arropadas en sus camas.



 Marilyn y sus sugerentes curvas es la última en exhibir su cuerpo ante la cámara. Ni la máquina de tren era capaz de permanecer impasible a su paso y, en una escena anterior, lanza un chorro de vapor ante el contoneo de la mítica actriz. Para no perdérselo.


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