sábado, 18 de abril de 2015

Un RATO de circo o la llegada de los ilusionistas




En este sainete político-judicial en que se ha convertido la detención de Rodríguez Rato quedan varios puntos incoherentes que, poco apoco, y concluyendo la película vislumbraremos  las causas-efectos y el móvil de los actores implicados. ¿Quién gana? ¿Quién pierde? ¿Quién mueve las manos entre bambalinas?. Sí, ya sé, como dice un estimado compañero que veo “manos invisibles en todo”.En definitiva, conspiraciones. Es una tara después de leer a Maquiavelo.


 

A primera vista, los perjudicados son: Rato y el Partido Popular. Sin embargo, leemos las declaraciones de un amigo del exministro, ex Bankia, ex FMI que dice: “Dos días antes de la detención estaba muy tranquilo”.  ¿Acáso es un hombre ingenuo…?.

Hay que reconocer que fue Unión Progreso y Democracia quien judicializó el caso Bankia y su portavoz adjunto en el Congreso, Carlos Martínez Gorriarán,  ha manifestado que el registro de la casa del exvicepresidente del Gobierno ha tenido lugar "demasiado tarde" y ha apuntado la posibilidad de que el también exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) haya "destruido" o "manipulado" pruebas relacionadas con los delitos que se le imputan. Rosa Díez, recordaba que su partido pidió en diciembre prisión incondicional para Rato y que el juez Andreu los acusó de “afán de notoriedad”.

La Agencia Tributaria – en tiempos del PSOE en el poder– ofreció margen suficiente para que los defraudadores pusieran al día sus declaraciones de impuestos (con su correspondiente sanción) y aquí paz y después gloria. El P.P siguió el mismo camino. El caso tiene algo de singular, sobre todo cuando entre los delitos de los que se le acusa (fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales no aparece el de cohecho, que puede llegar a ser el más grave desde el punto de vista de la tipificación penal.

La doctrina de la Agencia Tributaria siempre ha sido asegurarse el cobro de las deudas fiscales antes de acudir a la vía penal. Y eso explica la escasa presencia de defraudadores en las prisiones españolas (salvo casos de alarma social). Ni siquiera cuando se destapó la lista Falciani el Ministerio de Hacienda cambió de criterio.

¿Por qué a Rato, en estos momentos electorales? ¿Un chivo expiatorio que pague las culpas de otros muchos?.Muy sospechosa ha sido esa detención televisada en donde se  aprecia a un agente de Aduanas colocando su mano sobre la cabeza de Rato en el momento de acceder al asiento trasero del vehículo……¿Razones de protocolo?.  Según Cristobal Montoro: “ en España la justicia es igual para todos”.

Hay otra segunda posibilidad, derribar las estructuras del PP desde dentro/fuera y apostar por algo nuevo…¿Ha llegado a su fin el tiempo del P.P como principal fuerza de la derecha?.



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