jueves, 16 de abril de 2015

Hitler y Franco se entrevistaron en Hendaya

La reunión de Hendaya tuvo lugar en la estación de trenes de la localidad francesa de Hendaya, junto a la frontera hispano-francesa, el 23 de octubre de 1940. En ella, Francisco Franco se entrevistó con Adolf Hitler en presencia de sus respectivos ministros de Asuntos Exteriores, Ramón Serrano Suñer (España) y Joachim von Ribbentrop (Alemania). El objeto de la entrevista era intentar resolver los desacuerdos sobre las condiciones españolas para su entrada en la guerra del lado de las potencias del Eje. Sin embargo, después de siete horas de reunión Hitler siguió considerando desorbitadas las exigencias españolas: la devolución de Gibraltar (tras la derrota de Gran Bretaña); la cesión del Marruecos francés y de una parte de la Argelia francesa a España más el Camerún francés que se uniría a la colonia española de Guinea; el envío de suministros alemanes de alimentos, petróleo y armas para paliar la crítica situación económica y militar que padecía España. El único resultado de la entrevista fue la firma de un protocolo secreto en el que Franco se comprometía a entrar en la guerra en una fecha que él mismo determinaría y en el que Hitler garantizaba sólo vagamente que España recibiría «territorios en África»



El alineamiento cada vez mayor del general Franco con el Eje se hizo evidente cuando el 16 de octubre nombró a Serrano Suñer ministro de Asuntos Exteriores —en lugar del coronel Juan Beigbeder, que había adoptado una posición cada vez más probritánica, lo que había molestado a Hitler— y destituyó al otro ministro anglófilo, Luis Alarcón de la Lastra, cuya cartera de Industria y Comercio fue ocupada por el empresario falangista Demetrio Carceller Segura, quien desarrollaría el programa de exportación de materias primas a Alemania. El cese de Beigbeder despertó los temores en Gran Bretaña de que la entrada en la guerra de España estaba próxima. Por su parte Mussolini le escribió a Hitler que el cambio de gobierno en España «nos permite asegurarnos de las tendencias hostiles al Eje se han eliminado o al menos neutralizado».

                                     

Creo que Franco solo estaba dispuesto a entrar en guerra cuando claramente viera a Inglaterra derrotada frente a Alemania - siempre la admiró, detestó y la tuvo miedo-. Dentro del régimen franquista existían las dos corrientes: los falangistas (a favor de las potencias del Eje) y los militares/monárquicos/burguesía (pro Inglaterra).

El dictador había mantenido hasta el 1939 una Guerra Civil entre españoles. Una contienda que había ganado gracias a la inestimable ayuda activa de Alemania e Italia y la no beligerancia de Inglaterra y Francia que temían un proceso revolucionario en España. Por lo tanto, el país estaba agotado, sin recursos y dividido entre los dos bandos que habían luchado en la contienda. 

Franco debía a Alemania la victoria, pero no confiaba plenamente en la victoria de los teutones sobre Inglaterra. El riesgo a asumir era enorme si no se daban grandes contrapartidas económicas y coloniales en África. Así fue ganando tiempo y se limitó a enviar una división de voluntarios españoles en apoyo de Alemania en la invasión de la Unión Soviética, la llamada División Azul.

No hay comentarios:

Publicar un comentario