jueves, 9 de abril de 2015

El Sur



Una maravillosa película, se estrenó en 1983, dirigida por Víctor Erice y basada en un relato de Adelaida García Morales. Es una cinta intimista llena de elementos inconscientes en donde se contraponen el norte/sur. En una ciudad norteña viven Agustín (procedente del sur, médico y zahorí con su mujer, una maestra represaliada tras la Guerra Civil en España y Estrella, la hija de ambos. La niña adora a su padre, le observa y sabe que guarda un secreto.





El Sur comienza en el otoño de 1957, en una estación fría en medio de un paisaje oscuro y triste, aunque no por ello, exento de belleza.

Estrella oye los gritos de su madre llamando al padre: ¡Agustín!. Entonces, la niña encuentra bajo la almohada el péndulo del padre y la voz de ella sin ver su imagen nos dice: “Al ver el péndulo supe que nunca volvería a ver a mi padre”.




Tan conectada está a su padre que intuye sus emociones y reacciones. Así, imagina una escena en la que su padre -antes de nacer ella- adivina que sería una niña y que se llamaría Estrella.

Una alusión al influjo de los astros como predeterminación de nuestras vidas y a una relación prenatal con el progenitor. En tiempos parciales y sucesivos se oye el pitido del tren/augurio de una marcha.

Estrella nos comenta: “Fui creciendo mientras nos trasladábamos de un sitio a otro. Mi padre buscaba un trabajo fijo. Lo encontramos en el norte (símbolo de prosperidad). Cuando está montando en el columpio ve llegar al padre en la moto, esa imagen se fija en su mente al igual que si un caballero andante se acercara a la princesa montado en un caballo blanco.




Agustín lleva barba recortada, una boina del norte en su cabeza y recubre su cuerpo con una gabardina. Con el péndulo localiza el agua y con ocho monedas delimita que el líquido se encuentra a ocho metros de profundidad. La niña observa que su padre genera admiración entre la gente y ella se siente muy orgullosa.

La madre está en un segundo plano para Estrella. Nos cuenta que fue una maestra represaliada y que la gustaban los cuidados de las plantas, las lecturas de novelas y los quehaceres de la casa.

El concepto del SUR se introduce, por primera vez, a través de unas confidencias de su madre: “Tu padre nació en el sur, pero marchó de allí porque era rebelde”. A partir de esas palabras y unas fotografías que encuentra, la pequeña comienza una fantasía sobre el paisaje de Andalucía, la gente, las costumbres. ¿Qué sucedería para que su padre se alejara de allí?.

Suenan, entonces, los acordes de una música con aires del sur: “Noche andaluza, de luna llena”. Hasta aquí, podemos indicar que es la primera parte del filme.


Más adelante aparecen en la casa dos mujeres: Milagros, la criada y la abuela por parte del padre. La niña pregunta a Milagros/la criada/La Tata por qué su padre regañó con su abuelo. Y Milagros la responde: “Por cuestión de ideas”. ¿Por qué a mi padre le metieron en la cárcel?. Milagros deja a Estrella sin respuesta y la dice que piense en la Comunión, en ese vestido blanco de novia. “Yo no me pienso casar”.


La ilusión de la niña cuando está en la Iglesia es que su padre vaya a verla. Cuando las niñas están comulgando, Agustín entra en el templo, permaneciendo quieto en el umbral de la puerta. “Lo ha hecho por mi”- dice Estrella-.

En casa, padre e hija bailan un pasodoble y la abuela y Milagros regresan al sur.




Estrella descubre que en la mente del padre hay otra mujer. ¿Quién sería Irene Ríos? ¿Por qué papá había escrito tantas veces su nombre?.

Una tarde, al salir del colegio, mira un fotograma expuesto en el cine de la pequeña localidad donde residen. Allí aparece la foto de una mujer muy hermosa y observa que el padre entra a la sala. Agustín permanece embriagado mirando en la pantalla la imagen de una diva, de una mujer fatal, una mujer que muerde el corazón de Agustín.




Al salir, Estrella le sigue y su padre en el interior de un café escribe una carta: “Querida Laura, acabo de ver tu película y veo que te han matado. ¿Vives, sigues con ese nombre que te han puesto, Irene Ríos?.  Como no sé dónde estás te envío esta carta a Sevilla.

“Nunca olvidaré la cara de mi padre, como si le hubiera pillado en alguna falta”.

Laura contesta a la carta de Agustín: “Hace ocho años, otras personas a tu lado importaban más que yo. ¿Por qué me escribes después de tanto tiempo. Es la magia del cine, la mujer fatal y no, la auténtica, pero el tiempo es el más implacable justiciero”.

¡Agustín! Grita la madre en la noche. Era la primera vez que su padre salía de noche sin decir nada a nadie. Regresa a escondidas y se oye el pitido de un tren que se aleja.

Estrella encuentra raro a su padre desde que” escapó de casa”. La niña sufre, mientras la madre se resigna con sus ovillos de lana, y decide protestar escondiéndose debajo de la cama. Oye los pasos del padre, pero a su silencio, él correspondía con el suyo. La seguía el juego solo para demostrarla que su dolor era más fuerte.

Han pasado varias primaveras y Estrella es, ya, una adolescente. Una foto de estrella se exhibe en la tienda fotográfica y observa que el padre la mira con orgullo. Un día su padre la invita a comer y Estrella le pregunta: ¿Quién es Irene Rìos?. Él responde: “Conocí a una mujer que se le parecía mucho, pero no a irene Ríos”. 




Suena un pasodoble. Agustín dice:” ¿Recuerdas ese pasodoble?. Lo bailamos el día de tu comunión. Estrella se aleja. Mientras tanto, unos novios bailan el mismo pasodoble y la adolescente nos narra: “Le dejé allí solo, abandonado a su suerte, esa fue la última vez que hablé con él, pude haber hecho más”.




Aparece una escena en la que yace un cazador/Agustín/suicidio. Retorna el frio y Estrella descubre un recibo de conferencias. Su padre había llamado al sur, esconde el número de teléfono y cae enferma. Milagros (La Tata/criada de la abuela) la pide que vaya al sur para recuperarse.

Suenan acordes andaluces y Estrella nos confiesa: “En víspera de la partida, apenas pude dormir. Estaba muy nerviosa. Por fin, Iba a conocer EL SUR”.
 

 
 
 
 
 
 

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