domingo, 10 de mayo de 2015

Estación de Maputo, el recuerdo de la colonización portuguesa

Aunque solo llega un tren al día, la estación de la capital de Mozambique, Maputo, está considerada como la más bella de África y una de las siete más hermosas del mundo. Desde 1910 se encuentra en antiguo centro urbano. En su fachada verde conviven arcos y pilares victorianos que sujetan la cúpula de hierro forjado, diseño que la leyenda ha atribuido al talento arquitectónico de Gustave Eiffel.


En su interior dejan pasar el tiempo viejas locomotoras de vapor que circularon por los caminos de hierro hacia Pretoria (Sudáfrica). Grupos de jazz acompañan a los visitantes en el pequeño bar-bistró que es una de las mejores referencias de la ciudad. En el espacio Sala de Espera se ha instalado un centro de promoción de la cultura nacional, que forma parte de la organización del Festival de Música Internacional de Maputo.


La estación parece habitada por fantasmas, no pasan trenes, y en su mezcla arquitectónica nos recuerda a La Habana del continente africano por ese mestizaje entre sus raíces africanas y la colonización portuguesa. Desde el elegante edificio principal se accede a dos plataformas cubiertas por un techo de hierro forjado repleto de adornos y sostenido por preciosas columnas y vigas decoradas.


Aquí y allá se ven detalles de otra época: relojes de pared, enormes ventiladores de techo, azulejos portugueses bellísimos, puertas de madera labradas, bancos de hierro, grandes campanas… Por si esto no bastara, duermen en las vías antiguas locomotoras de vapor. Los trenes, con nombres de compañías tan sugestivos como ‘Botswana Railways’, hacen pensar en viajes a través de la ya remota África colonial.


No hay comentarios:

Publicar un comentario